Las previsiones de avance del 5G en Latinoamérica son sumamente optimistas, pero la realidad actual presenta retos emocionantes en el camino hacia una conectividad revolucionaria. Aunque el potencial del 5G es innegable, existen obstáculos que están ralentizando este proceso y requieren atención inmediata. Uno de ellos es el desarrollo de la infraestructura necesaria para el despliegue del 5G: la expansión de la fibra óptica en la región se ha convertido en una prioridad crucial. Además, para que el 5G sea una realidad palpable en Latinoamérica, es vital que los gobiernos liberen el espectro radioeléctrico y establezcan una regulación adecuada. Solo a través de una colaboración estrecha entre los sectores público y privado, se podrá allanar el camino hacia un futuro conectado.

¿Por qué hay desequilibrios entre el avance real y los pronósticos? ¿Cómo acelerar el despliegue de tecnología necesaria para que el 5G pueda ser una realidad en toda la región? ¿Cuál es el consumo energético que demandará esta tecnología?