Según Juniper Research, la cantidad de dispositivos de Internet de las cosas (IoT) en 2021 alcanzó los 46 mil millones, un aumento del 200% si se compara con 2016. Estos dispositivos producen una enorme cantidad de datos que se tienen que almacenar, a menudo de forma remota en la nube, y luego procesar y analizar.

La nube ha revolucionado la forma en que almacenamos la información. Ofrece una plataforma rentable y escalable para almacenar datos, procesar transacciones y ejecutar las aplicaciones. Pero si se puede acceder a los datos desde cualquier lugar, es necesario que estén ubicados físicamente en algún servidor , a menudo incluso distribuidos en múltiples ubicaciones, en centros de datos.

Los centros de datos son los cimientos de la infraestructura digital. Su importancia estratégica ha aumentado estos últimos años, junto con nuestra dependencia de los datos. ¡Los datos deben estar disponibles rápidamente! Los datos son tiempo, dinero y son seguridad. Esto supone una demanda adicional de centros de datos fiables y siempre disponibles.

Los sistemas de baterías de Saft brindan el respaldo de energía que los centros de datos necesitan para operar con una capacidad óptima sin interrupciones. Así es como Saft está impulsando el IoT a lo largo de su cadena de valor, asegurándose de que los sensores capturan los datos de manera efectiva, y luego los almacenan de forma segura, para que estén disponibles pase lo que pase.

¡Sumerjámonos en las tendencias y en el mundo de los centros de datos!

Nuestra economía depende cada vez más de los centros de datos, lo que impulsa el crecimiento del mercado y la innovación.

La creciente adopción de la digitalización, la pandemia, el aumento de las inversiones de los proveedores de servicios y telecomunicaciones, y las iniciativas gubernamentales hacia la economía digital, son factores importantes para el crecimiento del mercado de los centros de datos. Estos últimos 2 años, la cantidad de centros de datos disponibles ha crecido enormemente.

Microsoft, Amazon (AWS), Google y Apple están invirtiendo miles de millones de dólares en el mercado, desarrollando rápidamente su propia infraestructura. Además, como miles de empresas, prestan espacio de alojamiento a empresas de colocation para que alojen sus aplicaciones y datos críticos, junto con una serie de servicios en la nube. ¿Su meta? Proporcionar el máximo tiempo de actividad, redundancia optimizada, baja latencia y seguridad.

La mayoría de las veces, usted no sabe dónde se almacenan sus datos. Pueden estar en cualquier lugar, a menudo con copias, por motivos de latencia: si se almacenan más cerca, se puede acceder a los datos más rápido.

Los centros de datos deben lograr un rendimiento sin precedentes para alinearse con los requisitos comerciales modernos. Para lograr estos objetivos, los proveedores de centros de datos dedican mucho tiempo y dinero a mejorar la eficiencia general de su infraestructura.

El perímetro, la colocación, la modularidad, la escalabilidad y la hiperescala son solo algunas de las tendencias que dan forma al mercado.

Hiperescala de los centros de datos, nuevos retos para la eficiencia energética

La hiperescala significa lograr una computación de escala masiva. Los proveedores de nube y Collocation están construyendo centros de datos diseñados para la escalabilidad. Esto les permite lograr niveles más altos de prestaciones, tiempo de actividad, rendimiento, fiabilidad y redundancia, a la vez que hacen un mejor uso del equipo, y economizan en escala. Estos centros de datos pueden tener el tamaño de varios campos de fútbol, y albergar miles de servidores que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con la operación optimizada necesaria para supervisar el funcionamiento diario.

Los centros de datos de hiperescala consumen mucha energía, necesitan mucha electricidad para hacer funcionar sus equipos y mantener las máquinas activas. Tanto, que en algunas zonas imponen a la red una serie de limitaciones con las potenciales restricciones, como recientemente en Irlanda y Holanda. Imagínese: un solo centro de datos (grande) puede consumir hasta 120 MW, y hay miles en todo el mundo. Se estima que los centros de datos usan alrededor de 200-250 TWh cada año, ¡más que el consumo anual de energía del Reino Unido, y alrededor del 2% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero!

Esta evolución en el suministro y la demanda de energía da lugar a una serie de desafíos críticos, que se tienen que abordar.

Cuestiones de rendimiento

La accesibilidad del sistema puede ser crucial. La mayoría de las aplicaciones actuales, desde negocios hasta transporte, finanzas, educación o sistemas de seguridad, se ejecutan en la nube. El verdadero coste en pérdida de datos se extiende mucho más allá de lo que pensamos. La pérdida de datos puede causar problemas de seguridad, y pérdida de ingresos. También puede empañar fácilmente la reputación de una empresa.

Según un estudio de Gartner, el coste promedio del tiempo de inactividad no planificado fue de 5,600 dólares por minuto en 2014. El coste del tiempo de inactividad ha aumentado continuamente desde los últimos años, según el último informe de encuesta del Uptime Institute, 6 cortes de energía sobre 10 en 2021, costaron más de 100.000 de dólares. Este aumento viene impulsado por un mayor valor de las operaciones comerciales respaldadas por los centros de datos.

Por lo tanto, el tiempo de inactividad no es una opción. Para garantizar que los centros de datos ofrecen continuidad en las operaciones, es crucial el suministro de energía y un respaldo fiable.

La mayoría de los centros de datos cuentan con una redundancia de fuente de alimentación de dos extremos, capaz de reemplazarse entre sí, si uno no funciona. Para la fuente de alimentación, implica una conexión a la red principal, y para la energía de respaldo, una fuente de alimentación ininterrumpida (SAI) capaz de proporcionar energía a corto plazo, y garantizar un funcionamiento continuo cuando falla la fuente de alimentación de entrada, hasta que el generador de respaldo funcione. ¡Baterías! Estos sistemas se han vuelto fundamentales para la economía actual, ya que garantizan la disponibilidad de los datos que mantienen en funcionamiento los sistemas comerciales, de transporte, financieros, educativos y de seguridad.

La eficiencia energética y la huella de carbono importan

Los Centros de Datos están creciendo y el uso que hacen de la electricidad va en contra de la tendencia actual. Mientras que otras industrias apuntan a consumir cada vez menos energía, a pesar de un esfuerzo significativo y relevante para ser eficientes energéticamente, los centros de datos siguen usando más en general. ¡La energía representa aproximadamente el 40% de los costes operativos de los centros de datos! Una parte significativa no continúa alimentando los servidores; en cambio, es necesaria para enfriar los equipos y servidores de los centros de datos.

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Por lo tanto, optimizar la eficiencia energética de los sistemas de energía existentes y reducir su huella de carbono está siendo esencial para los operadores de centros de datos, que se centran cada vez más en estos desafíos. Es por lo que muchas innovaciones están saliendo a la luz: sistemas de enfriamiento gratuito de ríos, enfriamiento líquido y gratuito, tecnologías de recolección, etc.

Estos últimos años, los sistemas de baterías Li-ion, y más específicamente nuestra solución Flex'ion ha contribuido mucho a este objetivo. Ofrecen alta densidad de potencia, hasta 6 veces más que las baterías de plomo ácido, para reducir el espacio total de la infraestructura, una vida útil prolongada (alrededor de 20 años), y un mantenimiento mínimo para reducir el riesgo y coste operativo; pueden operar a altas temperaturas (hasta 35°C bajo los requisitos de UL9540A), para ofrecer ahorros en el consumo de energía y agua, al reducir el tamaño y el consumo del HVAC (aire acondicionado). También ofrecen tiempos de recarga más cortos para recuperarse más rápido.

Saft se esfuerza permanentemente por reducir la huella de carbono de su gama de productos. Hemos adoptado un enfoque del ciclo de vida para hacerlo, dando prioridad a las materias primas recicladas sobre las materias primas vírgenes, reduciendo las emisiones al aire y al agua de nuestras plantas año tras año, minimizando el uso del agua, reduciendo el consumo de energía fósil y las emisiones de CO2 asociadas, y asegurando que nuestros clientes tienen soluciones de reciclaje para sus baterías usadas.

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El tiempo y la ubicación son importantes

La ubicación del centro de datos es más que una mera consideración del coste por metro cuadrado, también lo rigen otras reglas.

Los centros de datos son fundamentales para el tratamiento de los datos diarios de la empresa. Otras tendencias como big data, IA, IoT, ciudades inteligentes, vehículos autónomos, salud y aplicaciones de virtualización exigen una forma más descentralizada de tratar y administrar los datos, en el perímetro de la red. ¿Te suena este término?

Así como Edge Computing en el Internet de las cosas implica tratar los datos a nivel de sensor, Edge Computing también se aplica a los centros de datos. Se crean centros de datos más pequeños y localizados para tratar la información más cerca de la fuente, reduciendo el tiempo necesario de viaje de los datos entre los dispositivos que los capturan, y el centro de datos que los trata, mejorando la latencia y la seguridad.

La infraestructura, por ejemplo, la disponibilidad de la fibra en el lugar también puede desempeñar un papel.

Otra regla que rige la elección de la ubicación es la normativa local. De hecho, cada vez hay más normativas sobre datos basadas en la soberanía, la ciberseguridad y la protección de datos personales —como el RGPD— que pueden afectar el uso de los datos, e imponen límites a la transferencia e intercambio de dichos datos y, en consecuencia, a la ubicación de estos.

Los centros de datos de hiperescala y los centros de datos de Edge Computing se han convertido así en dos partes complementarias a la oferta de los operadores de centros de datos, pero en ambos casos, el uso de una batería de Li-ion compacta y liviana para el SAI como nuestra solución Flex'ion, resulta esencial para poder para aprovechar al máximo el espacio disponible, así como la capacidad de carga de los suelos.

La seguridad en primera posición

Otra tendencia está dando forma al futuro de los centros de datos: la seguridad operativa. Son los guardianes de los datos estratégicos de las empresas y, dado que operan dentro de edificios, con personas alrededor, la seguridad es primordial.

Los operadores buscan mitigar los riesgos eligiendo soluciones seguras. Elegir Flex'ion es la garantía de un equilibrio óptimo entre el más alto nivel de seguridad, la densidad de potencia y la vida útil.

El fosfato de hierro y litio tiene un largo historial de seguridad comprobado. Nuestra gama de productos Flex'ion cumple con los estándares de seguridad IEC 62485-2, UL9540A y UL1973, que son increíblemente difíciles de obtener.

Ahora sabe más sobre los desafíos del centro de datos: fiabilidad, rendimiento, seguridad, eficiencia y baja huella de carbono. Dado que las baterías Saft tienen todo esto en cuenta, ¡tienes la seguridad de que tus datos están protegidos, desde la recopilación, al procesamiento y el almacenamiento!

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