España se convirtió hace más de 6 años en hogar de un centro de datos de la Organización de las Naciones Unidas como apoyo a las operaciones de mantenimiento de paz, lo que sin duda supuso un hito histórico en la industria de data centers del país.

De 2011 a esta parte, además, la ONU no ha dejado de apostar por dotar a esta instalación ubicada en Valencia –el segundo CPD global de la organización, junto con el que posee en Brindisi (Italia)– de una alta eficiencia energética y una operación optimizada al máximo.  

"En un mundo en que el medio ambiente se ve amenazado y los recursos naturales están cada día más limitados, la ONU debe ser un ejemplo para la industria de los CPDs y también para otras organizaciones en materia del uso responsable de estos recursos, buscando ser más eficientes", afirma Gonzalo de Murga, jefe de infraestructura tecnológica de la base de Naciones Unidas en Valencia.

Con este objetivo en mente, en los últimos años se ha incrementado considerablemente la aportación energética que ha recibido el data center procedente de la granja solar que albergan las instalaciones, al tiempo que ha crecido el número de horas de uso de free cooling y se está optimizando la refrigeración a través de un sistema adiabático.

La implementación de una solución DCIM, asimismo, ha contribuido igualmente a la gestión eficiente de la infraestructura de centro de datos. Todo ello ha permitido bajar el PUE hasta un valor medio anual de 1,6.

 

Refrigeración eficiente

Desde el momento de su inauguración, el data center de Naciones Unidas en Quart de Poblet –municipio situado a apenas 6 kilómetros de Valencia– contaba con un sistema de free cooling para refrigerar los casi 1.000 m2 destinados al procesamiento de datos, y que se encuentran repartidos en dos edificios simétricos circulares de aproximadamente 240 m2 cada uno.

Durante el invierno de 2012, el centro de datos pudo alimentarse de free cooling durante 3.000 horas, como explicaba en aquel momento De Murga a DCD. El cometido entonces era seguir optimizando el sistema y aumentando las horas, y a día de hoy se ha logrado con éxito: en 2015 se alcanzaron las 3.326 horas de funcionamiento de free cooling y un año después esta cifra se incrementó hasta las 3.388.




Como se ha instalado además una solución para la gestión de la infraestructura, este DCIM permite "un control preciso de la temperatura exterior y del caudal de aire necesario en las salas para mantener una temperatura de 23 grados Celsius, permitiendo una mejor eficiencia energética", indica el directivo.

Para optimizar aún más la refrigeración, el free cooling se complementa con un sistema adiabático de pre-enfriamiento del aire. "Consiste en una membrana de un tejido higroscópico que se coloca debajo de las unidades evaporadoras y que recibe agua pulverizada desde un sistema de boquillas de alta presión, para humedecer el aire que se aspira para enfriar los condensadores y mejorar así su rendimiento".

Según apunta De Murga, en días de verano, cuando la temperatura esté por encima de los 28 ºC y la humedad no sea demasiado alta, el enfriamiento adiabático puede lograr una reducción de hasta un 25% en el consumo de los sistemas de HVAC.

 

Más horas de sol

En su objetivo hacia la eficiencia, la producción de energía procedente de fuentes renovables –en concreto, del sol– también ocupa un lugar importante para las Naciones Unidas. Ya en 2012 el centro de datos fue dotado de una granja solar que, en una primera fase, era capaz de aportar 200 kW de energía.  

Desde entonces esta capacidad se ha ido incrementando en sucesivas etapas. La segunda llegó en 2014, cuando la granja solar añadió otros 340 kW de energía, y la última fase hasta la fecha fue en julio de 2016, con otro incremento de 200 kW, lo que hace que a día de hoy la capacidad de generación máxima a través de energía solar sea de 740 kW. En julio de 2018 se espera que esta capacidad se amplíe a los 800 kW. "En días de verano, cuando la temperatura no es demasiado alta, se genera hasta un 85% del consumo del centro de datos en esta granja solar ", calcula De Murga.

Teniendo en cuenta que con esta granja solar se consigue una producción anual de 1,12 GWh y que el consumo del data center al año es de 4,88 GWh, aproximadamente un 23% de la energía consumida por el CPD procede de fuentes renovables.

 

Monitorizar para eficientar

A las mejoras en eficiencia energética que ha desarrollado el centro de datos de la ONU en Valencia hay que sumar también una medida fundamental: la implementación de un sistema DCIM en 2015, que ha asegurado un correcto manejo del free cooling y una monitorización precisa de la temperatura de las salas y el grado de humedad.

"El DCIM monitorea la producción solar de cada uno de los inversores de la granja solar, el consumo de corriente en cada sala del CPD y el consumo de cada rack, como también la temperatura y humedad de las salas y de cada rack. Eso permite una visión global de la infraestructura para una mejor distribución de las cargas térmicas", según el portavoz.

Junto a las mejoras en la eficiencia energética, la utilización de un sistema DCIM también ha incrementado la seguridad y el control necesarios para "minimizar impactos o evitar daños mayores". Tanto es así, que desde la organización están ampliando el alcance del DCIM para monitorizar no solo el centro de datos, sino todos los servicios de los demás edificios de la base.

 

Reconocimiento oficial

A las innovaciones técnicas que se han ido implementando en el data center de la ONU durante los últimos años se unen también las certificaciones y reconocimientos recibidos a nivel internacional. Ya en su inauguración el centro de datos contaba con la certificación Tier III en diseño y en 2015 recibieron la certificación en construcción. Dicho hito "aporta un factor de credibilidad muy importante, especialmente para otras agencias de la ONU, haciendo nuestra instalación comparable a otros data centers de primera línea en el mundo", apunta De Murga.

La instalación fue galardonada también con una distinción del Código de Conducta de Data Centers de la Comisión Europea. En un futuro, a estos reconocimientos pretenden añadir la certificación CEEDA, con el objetivo de "optimizar aún más el modelo de operación" del data center y demostrar la apuesta de la ONU por la eficiencia energética en sus data centers.




La ONU, a la nube

El centro de datos de la ONU en Valencia fue concebido no solo para ofrecer servicios a las misiones de paz, sino también a otras agencias de la ONU que cuentan con pequeños centros de datos. A medida que los servidores y los sistemas de estos data centers van quedando obsoletos, los servicios comienzan a prestarse desde Valencia.

Aunque la migración de los servicios al data center de Quart de Poblet sigue creciendo –la ocupación actual ronda el 40%–, muchos de los servicios no críticos, como correo electrónico y aplicaciones de gestión de servidores, se están trasladando al cloud. “En un futuro planeamos llevar más aplicaciones y servicios a la nube, dada su conveniencia económica y su fiabilidad", indica De Murga.