Entendida como una “reinvención” de las organizaciones mediante la utilización de la tecnología, la transformación digital se ha confirmado como un elemento diferencial frente a la competencia. Y las empresas, por fin, se están dando cuenta de la necesidad de apuntarse a esta tendencia, también en Latinoamérica.

México, uno de los pilares de la región, avanza a grandes pasos. Un 81% de las empresas mexicanas ha puesto ya en marcha proyectos de transformación o tiene previsto hacerlo en breve, según se extrae del II Estudio de Transformación Digital de la Empresa Mexicana, elaborado por Good Rebels junto con ISDI México. Más del 80%, además, prevé aumentar los recursos dedicados a la transformación en los próximos años.

No es de extrañar entonces que esta tendencia ocupara un lugar protagonista dentro del evento DCD>México celebrado el pasado mes de septiembre en Ciudad de México. Diversas empresas nacionales e internacionales con presencia en el país están dedicando multitud de recursos a optimizar sus procesos mediante el uso de la tecnología, como dieron cuenta durante la cita.

Todo ello demuestra que “México es la punta de lanza de la transformación digital en la región”, como opina Carlos López-Moctezuma, director de nuevos negocios digitales de BBVA Bancomer.

 

La visión mexicana

Una vez más, son las medianas y grandes empresas las que mejor preparadas están para afrontar este nuevo panorama. No obstante, pese a las ventajas de una evolución digital, todavía queda un largo camino por recorrer.

“Hay mucho movimiento de las empresas de cualquier ramo hacia la mal entendida transformación digital”, indica Juan Carlos Martínez-Soto, CIO de Sodimac México. “¿Por qué mal entendida? Porque solo quieren sistematizar las empresas, en lugar de transformarlas. La transformación implica revisar todos sus procesos, alinear a los empleados, invertir en tecnología y entender lo que el cliente pide. Quien no lo haga verá el juego desde la banca (rota)”, añade el directivo.

Ahí precisamente es donde los expertos hacen hincapié: en la necesidad de sumarse a esta transformación para no perder terreno frente a la competencia. Al fin y al cabo, la transformación es una “carrera de adaptabilidad tecnológica global” a la que habrá que unirse, apunta Óscar Franco, director de Tecnologías de la Información en Grupo Ciosa. Si las empresas no lo han hecho todavía, “ya es tarde, o la competencia ya comenzó o los consumidores lo están esperando”, opina.

No hay que olvidar que el cliente es una pieza clave en todo el proceso. Sobre todo en algunas industrias donde los cambios están ya más arraigados, el usuario actual también ha cambiado. “Los clientes ya son nativos digitales, ahora están conectados permanentemente y anhelan la inmediatez. Para este nuevo consumidor debemos desarrollar una nueva generación de productos y servicios”, explica López-Moctezuma, de BBVA Bancomer.

Empresas de los sectores financiero, de automoción, retail y audiovisual, entre otros, acudirán  al evento de DCD en México para dar a conocer las estrategias de transformación digital que están aplicando en sus organizaciones. En todas ellas, la nube funciona como una herramienta imprescindible y forma “parte de una estrategia global para construir una operación de mayor eficiencia y comunicación”, sostiene Jorge González, director ejecutivo de TI de 20th Century Fox para Latinoamérica.

 

Una transformación de cine

De los beneficios del cloud computing saben mucho en esta distribuidora de cine que, desde hace más de 10 años, busca medios eficientes para distribuir su contenido de forma segura. “A partir de entonces, no se ha detenido el proceso de transformación, contemplando cada vez más áreas: desde aplicaciones en la nube hasta eliminar los servidores”, explica González.

Para hacer frente a la necesidad de procesar anualmente cinco millones de archivos, desde 20th Century Fox han llevado a cabo un proyecto de migración completa al cloud: el 100% de las aplicaciones de la compañía son web y toda la información de los usuarios se almacena en la nube.

En esta estrategia, con carácter global e impacto en todos los países donde tiene presencia, la firma ha seleccionado proveedores internacionales como Amazon y Microsoft.

Los centros de datos locales que poseía han pasado a ser centros de comunicaciones, aunque se mantienen tres data centers globales, en Estados Unidos y en Europa, para aquellos servicios que todavía no pueden ser migrados o que están en proceso de migración. “Prácticamente todo lo que necesitan nuestros usuarios para trabajar se encuentra en modelos de nube”, apunta González.

El resultado es “una mayor y mejor visibilidad de la operación y desempeño del negocio”, en  una industria –la audiovisual– que está obligada a transformarse constantemente para adoptar los avances tecnológicos que se suceden cada día.

 

Una banca abierta

El sector financiero, por otra parte, es uno de los referentes en la adopción de la transformación digital como estrategia para hacer frente a la competencia cada vez mayor de empresas de base tecnológica y del ecosistema fintech. Esta industria recibe también el impacto de “fuerzas disruptivas que ahora están impulsando una reconfiguración del modelo de negocio bancario”, tales como inteligencia artificial, blockchain, crowdfunding y cloud, según señala López-Moctezuma, de BBVA Bancomer.

Desde la entidad financiera supieron adelantarse a la oleada tecnológica y comenzaron su transformación digital hace años, con una experiencia de usuario totalmente nueva en las sucursales bancarias y de ahí a toda la organización. “Ahora estamos digitalizando los productos y servicios bancarios tradicionales y creando productos y servicios digitales nativos”, explica el directivo.

Como soporte a esta estrategia, la entidad se apoya tanto en servicios on-premise como cloud, fruto de una “evolución natural desde una banca tradicional hacia una banca digital”. Según indica López-Moctezuma, los centros de datos Tier IV Gold que BBVA Bancomer tiene en México son la base para el corto plazo, “pero el banco tiene objetivos de mayor procesamiento de información a mediano plazo que solo son posibles utilizando tecnologías de cloud computing”.

Y si bien México ocupa el primer puesto en transformación digital en Latinoamérica, todas las filiales del grupo BBVA en la región están siguiendo un proceso similar, con el que quieren convertir a la entidad en el “banco del futuro”.

 

Perspectiva local

Con un carácter completamente nacional, el Grupo Ciosa también se ha lanzado a la transformación de la organización con base en la tecnología. Perteneciente al sector de la automoción, la empresa cuenta con Centros de Distribución (Cedis) en todo México para comercializar autopartes.

Hasta mediados de 2016, la compañía disponía de un pequeño centro de datos en cada uno de los Cedis, lo que hacía un total de 17 data centers distribuidos. “Esto implicaba operativamente recursos humanos, materiales y económicos, además de un valioso tiempo de soporte distribuido”, señala Franco, de Grupo Ciosa.

Para lograr ahorros y una mayor eficiencia, desde esta empresa decidieron consolidar los centros de datos, centralizarlo todo en el data center de las oficinas centrales de Guadalajara (Jalisco) –que además fue reducido a la mitad– y replicarlo en la nube.

Desde Grupo Ciosa han optado por servicios cloud que les provee Telmex desde el centro de datos Triara de Querétaro. “Iniciamos con una nube privada para los servicios web que tenemos operando, pero a los 30 días habilitamos una pública y tenemos compartidos los servicios de redundancia en ambas nubes”, según el director de TI.

Con todo ello, la compañía se ha beneficiado de un soporte centralizado desde un único data center, ahorro en el consumo eléctrico y en la compra de infraestructura, seguridad y mayor foco de TI en la innovación.

“Nuestro objetivo es transformar al 100% el departamento tecnológico y arrastrar a toda la organización con un gobierno de TI local”, apunta.

 

Comercio cloud

La nube ha sido también la gran apuesta de la empresa de retail Sodimac México –perteneciente al grupo chileno Falabella–, con el objetivo de poner los sistemas, aplicaciones e información al servicio de todas las unidades de negocio de la organización en la región.

“La nube nos permite habilitar nuestros aplicativos prácticamente de forma inmediata en cualquier lugar y teniendo a la vez centralizada nuestra administración”, en palabras de Martínez, de Sodimac México.

La firma ha recurrido a un modelo de cloud tanto privado como público: “El camino es mantener las aplicaciones y sistemas core en la nube privada pero abrirnos a la red pública para operaciones e información no crítica, lo que permite tener ahorros considerables”, añade.

Junto a la estrategia cloud, el grupo cuenta a nivel regional con siete centros de datos –entre ellos dos principales en Chile– que dan servicio a las empresas de la organización y se caracterizan por la virtualización, la alta disponibilidad y la sustentabilidad.

En su camino hacia el mundo digital, Sodimac contempla olvidarse de los aplicativos legacy y dirigirse cada vez más a un ambiente multiplataforma y omnicanal, que les permita estar más cerca del cliente. “Solamente las compañías que logren, a través de la automatización de sus procesos y tareas, llegar a una estrategia digital completa serán las que sobrevivan o lideren los mercados”, finaliza Martínez. 




Más capacidad para UPS

Además de la transformación digital, la cita de DCD en México abordó otros temas de candente actualidad tecnológica. La necesidad de encontrar nuevas formas de  almacenamiento de energía es uno de ellos, como mostrará la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

El costo de espacio y mantenimiento de los UPS ha llevado a los investigadores de esta institución a realizar proyectos relacionados con las baterías de ión-litio, que presentan capacidades mucho mayores que las tradicionales de plomo ácido.

En concreto, en el Instituto de Física de la BUAP están desarrollando “nuevos materiales para baterías de alta capacidad”, apunta Enrique Quiroga-González, profesor e investigador de la Universidad. “Hacemos investigación en ánodos micro- estructurados a base de silicio, y trabajamos también con cátodos a base de azufre”, que presentan capacidades significativamente superiores a otros materiales. Este tipo de baterías de ión-litio “ya se están usando de forma exitosa en servidores de Microsoft de forma distribuida”, indica. 

 



Una mirada hacia la seguridad

La seguridad es otra de las cuestiones que preocupa enormemente a las empresas mexicanas. La cantidad y complejidad en los ataques se ha ido incrementando –con ataques a infraestructura del IoT–, y los daños que pueden ocasionar esas amenazas pueden ser fatales.

“Los más graves son el robo o la pérdida de información de la empresa, y la caída de algún servicio crítico”, lo que puede llevar a las empresas incluso al cierre de sus operaciones, explica Rhett Nieto, jefe de seguridad TI en FEMSA.

Para hacer frente a estos riesgos, el directivo propone asegurar la suficiente visibilidad para cubrir todos los puntos vulnerables en la empresa. Las compañías deben “contar con una política de seguridad corporativa, hacer campañas que eduquen a sus usuarios e incorporar diferentes capas de seguridad”, indica.

“Es importante crear conciencia entre las empresas de las diferentes amenazas a las que se enfrentan día a día”, concluye.