Reducir costes, tener mayor flexibilidad, más seguridad, incrementar la productividad y competitividad empresarial, aumentar la disponibilidad de los servicios informáticos, acelerar la puesta en marcha de aplicaciones o servicios nuevos, además de estar siempre actualizado al día, son algunos de los numerosos beneficios de la nube. El cloud está cada vez más presente en las empresas españolas que han acelerado su implantación, siendo uno de los sectores dentro de la industria tecnológica que preservará su crecimiento.

La nube tiene un importante papel para impulsar servicios críticos para la sociedad. De hecho, todas las industrias están experimentando cambios tecnológicos, desde la fabricación hasta la agricultura, la banca y la atención médica. “El mundo funciona cada vez más con datos. Se espera que la demanda de datos y servicios digitales continúe creciendo y se espera que el tráfico global de Internet se duplique para 2022, según la AIE. Los centros de datos son el motor de la nube, impulsando todo tipo de servicios y actividades, incluyendo la investigación científica para abordar algunos de los desafíos más apremiantes del mundo, como el cambio climático”, explica Juanjo García, Director Azure de Microsoft. Precisamente desde la tecnológica estadounidense hablan de la apertura de su nueva Región de Centros de Datos Microsoft Azure, que facilitará el desarrollo de servicios que requieran baja latencia, seguridad y un ancho de banda. “Así, potenciaremos la apertura de la economía española a nuevos escenarios en torno a tecnologías 5G, edge computing e Industria 4.0, lo cual creará las condiciones necesarias para reimaginar la economía española apoyada en una digitalización que trae consigo innumerables oportunidades”, agrega Juanjo García.

Uno de los modelos de nube que cobran protagonismo es el multicloud. De hecho, la adopción de los modelos multicloud alcanzará un 64% en los próximos tres años, según el nuevo estudio Enterprise Cloud Index de Nutanix. “Hay que destacar que una estrategia multicloud no significa necesariamente que una aplicación determinada utilice diferentes proveedores. Por el contrario, una empresa puede usar los servicios de un proveedor para sus entornos SaaS y los servicios de otro proveedor para sus aplicaciones de analítica de datos. Las empresas son multicloud, las aplicaciones no”, explica Jaime Balañá, Director Técnico de NetApp. Comenta que la localización geográfica de cada región Cloud puede ser otra necesidad que lleve a las empresas a apostar una estrategia multicloud, si por ejemplo, una compañía con varias sedes no tiene una región cercana de su proveedor habitual en una de ellas y necesita desplegar sus servicios en otro proveedor. “Pero, sin duda la principal ventaja que aporta este tipo de estrategia es la libertad de elección, de proveedor y de servicios, el no depender de un único proveedor para evitar el famoso vendor-locking”, concluye Jaime Balañá.

En este escenario, otro concepto que está presente es el de nube híbrida, que hay que diferenciar del entorno multicloud. “En pura definición la nube híbrida es una distribución de servicios entre cloud privada y pública, mientras que multicloud se suele usar para el uso de distintos proveedores públicos. Enfatizar que cloud privada no es solo tener capacidades en CPD propios o en proveedor de Hosting, hace falta que se pueda operar de forma programática”, dice José Valenzuela, Technology Innovation Principal Director de Accenture. En cuanto a los requerimientos técnicos y de conectividad que tiene contar con un modelo de nube híbrida, el directivo de la citada consultora expresa lo siguiente: “Desde las conectividades VPN a las líneas dedicadas, pasando por soluciones de redes “programables”, se tienen una serie de limitaciones y características bastante variadas, por lo que la recomendación en este punto es más bien seleccionar la solución concreta “más barata” en base a los requerimientos concretos. Lo cierto es que se suele arrancar con VPN por tener necesidades “pequeñas”, terminan entrando los direct connect por necesidades de latencias, costes por volúmenes altos a transmitir y se termina teniendo conectividades multi-región si la empresa en cuestión tiene presencia global”.

Ambos presentan ventajas e inconvenientes que resultan decisivos a la hora de implementarlos. Por ello, Jaime Balañá indica que combinarlos da como resultado una experiencia consistente basada en el autoservicio, la automatización, las APIs programables y la independencia de la infraestructura. Esta combinación garantiza que los clientes puedan prosperar liberando la agilidad y las capacidades latentes en sus propias organizaciones.

Finalmente, a medida que aumenta la adopción en la nube, la nube híbrida y el entorno multicloud, también puede introducir problemas de TI complejos para las empresas. “Para una organización el primer paso para establecer un entorno adecuado debería ser la elección de proveedores que garanticen la disponibilidad, el rendimiento, la seguridad, la privacidad, el cumplimiento regulatorio, ofrezcan garantías sobre la soberanía y elección de residencia del dato y que, al mismo tiempo, lo hagan de un modo sostenible y respetuoso con el medio ambiente”, indica Juanjo García de Microsoft, como uno de los primeros aspectos a tener en cuenta a la hora de crear un entorno seguro y con un alto grado de interoperabilidad. Además de este, añade que otro factor clave cuando una organización trabaja en entornos multicloud es contar con la capacidad para orquestar todos los recursos para facilitar la administración y reforzar la seguridad, mientras que otro habitual al que se enfrentan las organizaciones en sus estrategias multicloud es la consolidación de orígenes de datos a menudo dispares y repartidos en diversas infraestructuras.

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