El proceso de digitalización en el que estamos inmersos desde hace ya unos años sigue imparable. Nuevas tecnologías como cloud computing, Internet of Things o big data se abren camino en cada vez más empresas y organismos, demandando un incremento constante en la capacidad de almacenamiento y procesamiento en los centros de datos, lo que convierte a los proveedores de servicio en activos clave de este proceso de “transformación digital”, el concepto fetiche de este año.

Para conocer de primera mano cuáles son los retos a los que se enfrentan las compañías de  colocation, cloud, hosting, etc. de nuestro país, DCD organizó en sus oficinas de Madrid un desayuno informativo con algunos de los principales proveedores de servicio en España. ¿Cómo se están adaptando para satisfacer las necesidades de las empresas españolas en la adopción del nuevo mundo digital?, ¿cuál es su papel? Todos coincidieron en que el mercado está cambiando a medida que las empresas van incluyendo la tecnología en sus decisiones de negocio.

“La tecnología es simplemente un facilitador, no determina la transformación digital de una empresa, ya que en muchos casos este proceso radica en la propia cultura empresarial”, afirma Enrique González, gerente de marketing de cloud de Telefónica. Razón por la que, dice, es importante no imponer el modo de trabajar a los clientes sino intentar ofrecer los servicios que mejor se adapten a cualquier tipo de expediente.



Esta situación está dando lugar  a un cambio en los antiguos esquemas de infraestructura propia tanto de equipamiento como de comunicaciones de los centros de datos que ya no hacen posible una auténtica transformación digital.

“Ahora la base es la infraestructura”, señala Faustino Jiménez, CEO de Itconic. Coincidiendo con él, David García, director de Customer Service Management en España de Interoute, apunta que gracias a tener una buena infraestructura, “los clientes podrán implementar de forma rápida cualquier necesidad grande o pequeña, a corto o medio plazo, que tengan”. Y es que éste es otro de los requisitos que reclaman las empresas actualmente: agilidad.



Compañías de medio y mayor tamaño como Uber o Netflix cada vez demandan más velocidad para progresar en su negocio. “No es que nos adaptemos sino que el mercado nos pide más agilidad, demandando más servicios de colocation”, señala Romain Coplo, director de ventas de OVH. Al igual que necesitan time to market.

En este sentido, T-Systems ha incorporado una estrategia de orquestación multicloud para, dependiendo de la aplicación y la carga de trabajo, se actúe en un entorno de infraestructura híbrida sobre VMware, Open Stack o Azure. Además, ha firmado un acuerdo con Microsoft en todos los países de la Comunidad Europea. “La operación es T-Systems y Microsoft se encarga de auditar para comprobar que todos tienen las mismas funcionalidades que cualquier otro nodo de Azure”, explica Javier Gallego, Business Development Manager de Cloud de la firma.

Otro motor de crecimiento en el sector es la evolución hacia el cloud. “Lo que antes era telco ahora es cloud. Esto no funciona sin un factor de conectividad. La infraestructura está ahí pero teniendo en cuenta siempre la conectividad”, comenta Robert Assink, CEO de Interxion. Todo ello, sin duda, para garantizar la continuidad del negocio.

“Nosotros damos el primer paso, somos el primer escalón dentro de la transformación digital pero son nuestros partners los que ayudan en ese marketplace”, dice Markel Gruber, director general de Global Switch.

 

En la práctica

A pesar de todas estas nuevas soluciones, tan sólo un 30% de las grandes compañías españolas están invirtiendo en proyectos de transformación digital, siendo las startups las que más apuestan por la tecnología. “Las pymes todavía están muy lejos de lograr introducir proyectos de big data, cloud, movilidad o internet de las cosas en su infraestructura empresarial”, afirma Gruber, de Global Switch.

Uno de los sectores que más crecimiento ha experimentado en este sentido ha sido la banca, que ha pasado de tener oficinas con localizaciones concretas a dar móviles y tabletas a los comerciales para llegar de esta forma a los usuarios. Además, ofrecen servicios online y oficinas virtuales desde las que llevar todas las cuentas. En menor medida, las empresas de automoción también están llevando a cabo sus proyectos de IoT, incluyendo sensores que ofrecen un retorno de inversión muy rápido.



En el área de big data, por otro lado, existen muy pocos proyectos reales. Una realidad que nos sitúa muy lejos de países como Estados Unidos donde la cultura de la transformación digital está muy arraigada en los centros de decisiones de las empresas. Aunque, eso sí, “no hay un proyecto sin un porcentaje mínimo de implicación tecnológica”, afirma Gallego, de T-Systems. “Lo que antes era un discurso del CIO ahora es del CEO, incluso están apareciendo nuevas figuras como el Chief Digital Officer, cuya misión es aportar no sólo soluciones sino también ideas a los proyectos”, añade.

Y es que la tecnología forma parte de nuestra vida tanto profesional como personal. Por ello, cuando se plantea un proyecto dentro de una empresa es casi instintivo pensar en las herramientas disponibles para su desarrollo. “La cultura de la transformación digital es realmente lo que necesitamos”, dice Jiménez, de Itconic.



Uno de los principales detonantes de esta nueva estrategia por parte de las empresas ha sido Amazon. El gigante tecnológico ha cambiado las reglas del juego al implementar nuevas soluciones de negocio de manera fácil y rápida, lo que está provocando que las compañías se tengan que adaptar a esta nueva forma de venta para poder competir, y esto sólo lo permite la tecnología. “El cliente que sólo quiere el suelo con cable para que no caigan las máquinas apenas existe ya”, señala Assink, de Interxion. “El no caer nunca y siempre estar vivo se da por hecho, ya no es un valor añadido. Lo que hacen con los datos es lo que de verdad importa”, añade.

Internet permite acceder a un mercado global tanto a pequeñas como a grandes empresas. Un ejemplo de ello es OVH. Esta compañía, que nació en el norte de Francia alquilando servidores por Internet, ha cerrado ahora su año fiscal con 400 millones de euros de beneficios y presencia en más de 160 países. Todo ello gracias a una plataforma en Internet. “La red es el medio para llegar a un mercado más grande de forma más rápida. Hay muchas maneras de ver la transformación digital pero todo está relacionado con Internet y la capacidad de tratar los datos”, afirma Coplo, de OVH.

En breve estará disponible la segunda parte de este reportaje, que puede consultar íntegramente en la revista número 29 de DCD.