El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo para apoyar el desarrollo de la industria del hidrógeno verde y sus derivados en Chile. Esta operación busca contribuir a la descarbonización de la economía y generar nuevas oportunidades para el desarrollo productivo del país.

Los recursos se utilizarán para financiar nuevos proyectos en hidrógeno verde, desarrollo de la demanda interna, formación de capital humano, creación de bienes y servicios intermedios que faciliten el desarrollo de la industria, financiación de la investigación aplicada, desarrollo e innovación tecnológica, y fomento del emprendimiento en este sector.

Las instituciones, empresas y emprendimientos que forman parte de esta cadena de valor, así como los trabajadores de la industria, se verán beneficiados con la operación.

Según la Agencia Internacional de la Energía, para 2050 se producirán anualmente alrededor de 300 millones de toneladas de hidrógeno —más de cuatro veces la demanda actual—, y se espera que casi la mitad sea en forma de hidrógeno verde, que se produce a partir de energías renovables. Dadas las ventajas naturales de Chile para producir energía renovable a bajo costo, la creciente demanda mundial de hidrógeno verde presenta una gran oportunidad tanto en términos de productividad como de sostenibilidad.

Chile es el país con mayor emisión de dióxido de carbono per cápita de América Latina y el Caribe. Sus emisiones duplican las de Brasil, Uruguay y Perú, y son similares a las de países europeos industrializados como Reino Unido, Francia y España. En este escenario, fortalecer la industria del hidrógeno verde será crucial para que Chile avance en los objetivos globales trazados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de reducir las emisiones a la mitad para 2030 y llegar a cero emisiones netas antes de 2050.

Sin embargo, la inversión en la industria del hidrógeno verde en Chile aún es incipiente y enfrenta los desafíos típicos de las industrias nacientes: un historial limitado de proyectos en este vector energético, altos costos de la tecnología e incertidumbre sobre su desempeño a largo plazo.

“El préstamo del BID ayuda a incrementar la inversión en hidrógeno verde en Chile, y le permite al país avanzar en el desarrollo de un sector de alto potencial que, además de dinamizar la economía, contribuirá a promover la sustentabilidad ambiental y enfrentar el cambio climático de manera inclusiva. enfoque", dijo María Florencia Attademo-Hirt, Representante del BID en Chile.

El préstamo de 400 millones de dólares aprobado por el Directorio Ejecutivo del BID es la segunda operación de crédito bajo la Línea de Crédito Condicional para Proyectos de Inversión (CCLIP) de 1.000 millones de dólares para la productividad y el desarrollo sostenible en Chile. Tiene un plazo de amortización de 24 años, un período de gracia de 6,5 años y una tasa de interés basada en la tasa de financiación garantizada durante la noche (SOFR).


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