Las potencias mundiales siguen embarcadas en una carrera desenfrenada por situarse en los primeros lugares de la computación HPC.

En este sentido, el último paso lo ha dado China, que el domingo puso en operación un prototipo de superordenador que apunta a convertirse en el más rápido del mundo, según informa la Academia de Ciencias de China en un comunicado.

La computadora de clase exaescala, ubicada en el centro de informática Shandong, será capaz de hacer más de mil millones de cálculos por segundo, o 1.000 petaflops.

Desarrollado durante más de dos años, este último prototipo de la serie Sunway puede trabajar en datos de exploración oceánica, meteorología, seguridad de la información, exploración espacial, nueva energía y materiales, agricultura moderna y fabricación avanzada.

Según Zhang Yunquan, director del centro, el superordenador no ha alcanzado aún los 1000 petaflops, pero esperan que una vez terminado, hacia 2020, encabece la lista de las supercomputadoras más rápidas del mundo.

Por primera vez en China, el superordenador Sunway ha construido una cadena ecológica de software capaz de operar simultáneamente aplicaciones masivas artificialmente inteligentes que incluyen ajedrez, reconocimiento de imágenes médicas y traducción. Casi todos los componentes fueron fabricados internamente, incluyendo el procesador, unidades de chips centrales, sistemas de operación, refrigeración y almacenamiento.

Recordemos que en junio, Estados Unidos arrebató a China el título de la supercomputadora más poderosa del mundo con Summit, que puede realizar 200.000 billones de cálculos por segundo, o 200 petaflops, rompiendo el récord establecido por Sunway TaihuLight, con su capacidad de procesamiento de unos 125.4 petaflops.