Furukawa Electric ha proporcionado la tecnología para modernizar la infraestructura de comunicación del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiro y Pensiones Militares (IAFPRPM), perteneciente al Ministerio de Defensa de Argentina.

Este proyecto de modernización fue implementado por los integradores NeoNet y Zettalan, con el asesoramiento y colaboración de especialistas de Furukawa Electric, y consistió en el reemplazo del cableado estructurado del Instituto, cuya antigüedad superaba los 20 años.

La instalación combinó el tendido de una red óptica y cobre, con puntos de consolidación intermedios, hasta cada puesto de trabajo.

“Había una clara necesidad, nuestro cableado estructurado estaba obsoleto, desprolijo. Contábamos con múltiples switches, y transmisiones con mucho ruido en muchas oficinas. Teníamos problemas de cascadas, llegando hasta 10 megas en un escritorio”, analiza José Martín, jefe del departamento de tecnología del Instituto de Ayuda Financiera.

Ante estos obstáculos, el objetivo de esta modernización era indiscutible: realizar el tendido de la totalidad de la red de datos, incluyendo backbones, puestos de trabajo, áreas de cableado y un nuevo sistema de canalizaciones, modernizando así toda la tecnología de red del Instituto.

De esta forma, la nueva infraestructura sentaría las bases para la migración de la telefonía, la seguridad y el control de accesos a una tecnología IP.

“Durante la instalación, el desafío fue hacerlo en simultáneo con la operatoria habitual del cliente, generando el menor impacto posible, minimizando y planificando los cortes en el servicio”, comenta Hernán Vázquez, socio gerente de NeoNet.

Además de esto, una de las particularidades que tuvo la modernización fue que dentro del Instituto las oficinas suelen cambiar el layout con periodicidad. Esto se relaciona directamente con la posibilidad de mantener la garantía de la instalación, que otorga el fabricante y los integradores, y que certifica que los cables usados y provistos para la instalación no generan interferencia, mantienen la velocidad y funcionan bajo las condiciones para las que fueron diseñados.

“En una charla entre las partes, comentamos el problema de que las oficinas eran reestructuradas bastante seguido. Esto significaba que cada vez que las oficinas fueran modificadas, íbamos a tener que hacer la instalación nuevamente desde el rack de piso, perdiendo entonces la certificación”, comenta Martín.

“Esto no era una opción, así que nos recomendaron utilizar los puntos de consolidación como concentradores de oficina, lo que resultó ser una ventaja enorme. En el cableado vertical pusimos fibra, con racks en cada piso (el edificio tiene 9), y de ahí conectaban a estos puntos de consolidación. El gran beneficio de todo esto era que el cableado no se iba a tener que tocar nunca más, si cambia la oficina no hay que cambiar el estructurado, y por ende no perdemos la certificación”, finaliza José Martín.

Durante la instalación, y con el objetivo de mejorar la estética y la practicidad de la instalación para red óptica, fue necesario renovar el 100% de las canalizaciones (láminas rectangulares de diferente grosor de acuerdo con la cantidad de cables que se colocaran en su interior) y retirar más de 100 equipos activos que estaban diseminados por el edificio.

En su lugar, fueron utilizados más de 80 kilómetros de cables de cobre, y backbones tendidos con fibra óptica. Para el edificio, se utilizó un rack server por piso, 2000 m de fibra óptica y 1000 m de cableado Categoría 7. Se instalaron 80 puntos de consolidación, 90 km de cable GIGALAN, 1500 conexiones y un total de 2000 m de canalizaciones.

“Dentro de los beneficios más importantes de esta solución está la posibilidad de incorporar próximamente nuevas tecnologías, y la de administrar la red con la que hoy cuentan, ya que previo a la instalación esto era prácticamente imposible”, opina Hernán Martínez Viademonte, presidente de Zettalan.

Para llevar a cabo esta implementación, se requirió de 6 grupos de trabajo simultáneos y dos coordinadores, lo que dio un total de 30 recursos dentro de las áreas de administración, logística, coordinación y operaciones.

“Este gran desempeño no hubiera sido posible sin la excelente predisposición y trabajo en equipo entre fabricantes, distribuidores y grupos de trabajo. Furukawa Electric colaboró desde el principio en acelerar todo lo posible la entrega de materiales, dado el corto tiempo de instalación del que disponíamos”, comenta Diego Martín, gerente comercial de Furukawa para ConoSur.