En el panorama tecnológico actual, las empresas globales están migrando a un ritmo cada vez más rápido de los centros de datos centralizados a una infraestructura más distribuida geográficamente que está más cerca del borde digital y también de los usuarios, a la par con la intensidad ya demostrada en 2019. Esto se refiere a la constante transformación digital en curso en un mercado de TI que terminó 2019 con un crecimiento del 1.3% en América Latina y está programado para reportar un repunte del 4.8% en 2020, según un estudio de IDC. Específicamente en Brasil, se espera que las inversiones en 2020 se sitúen cerca de 48 mil millones de dólares para servicios de TI y telecomunicaciones, que deberían alcanzar unos 41 mil millones.

Las firmas consultoras predicen que la economía digital representará más del 50% del PIB latinoamericano para 2022. El crecimiento será impulsado por mejores ofertas, transacciones y relaciones entre empresas, socios y clientes. Big data y análisis, nube, movilidad, redes sociales e Internet de las cosas (IoT) son tecnologías que requieren el mayor volumen de recursos para satisfacer las demandas del mercado.

Además de las inversiones, hay gestión de la información. Los pagos digitales, los autos sin conductor y los hospitales inteligentes, por nombrar algunos, pueden generar numerosos terabytes de datos por día, que deben viajar de forma segura y rápida.

Al optar por la interconexión, una ruta privada y segura para el tráfico de datos entre socios, las empresas de diversas industrias pueden responder de manera eficiente a los desafíos de la digitalización. No es casualidad que el 76% de los responsables de la toma de decisiones de TI entrevistados en un estudio independiente de APCO Insight encargado por Equinix nombrara a Interconnection como un facilitador fundamental en la transformación digital.

Para mantenerse competitivas, las empresas necesitan infraestructuras de TI que favorezcan las interacciones en tiempo real entre personas, cosas, ubicaciones, nubes y datos, a menudo con múltiples socios y en diferentes partes del mundo. Es por eso que están siendo impulsados ​​a buscar formas más creativas y efectivas de expandirse digitalmente, amplificando la necesidad de interconexión.

La sólida expansión en el intercambio de datos resulta en un aumento del ancho de banda de interconexión. Se espera un crecimiento del 63% en la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de América Latina entre 2018 y 2022, según el Índice de interconexión global (GXI) de 2019, un estudio anual realizado a nivel mundial por Equinix. Entre los encuestados, América Latina es la región de más rápido crecimiento.

El mercado de centros de datos continúa creciendo

Este escenario impacta directamente en el mercado del centro de datos. Un estudio de 451 Research estimó una TCAC del 15% en Sao Paulo y del 8% en Río de Janeiro a partir de la oferta MTDC (Mercados de centros de datos multiempresa) en 2019 y principios de 2020. El pronóstico para las principales ciudades del país parece ser correcto, dado que la industria del centro de datos se expandió el año pasado, y los indicadores apuntan a una tendencia al alza continua en los próximos meses. Las previsiones positivas sobre la recuperación de la economía brasileña también están contribuyendo a las perspectivas de crecimiento del mercado.

La demanda de baja latencia, alto rendimiento y privacidad, además de un cambio hacia los nuevos modelos de computación distribuida, probablemente acelerará la adopción de centros de datos ubicados cerca de clientes y socios comerciales que puedan proporcionarles ecosistemas híbridos de múltiples nubes.

Los principales proveedores mundiales de nube pública, como Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google, están activos en Brasil y utilizan centros de datos de terceros. También hay muchas empresas y agencias públicas en Brasil que han estado descubriendo los beneficios de este enfoque.

Más capacidades de interconexión y procesamiento de datos allanarán el camino para nuevos mercados de datos digitales, donde los compradores y proveedores de datos pueden realizar transacciones a gran escala de manera fácil y segura en centros de datos ubicados en el borde, sin vínculos con los proveedores.

La seguridad también recibirá una atención cada vez mayor en los próximos años, tanto en relación con el aumento de los ataques cibernéticos y las regulaciones de privacidad y protección de datos, o incluso debido a los desastres naturales. En Brasil, la Ley General de Protección de Datos (LGPD) entrará en vigor en agosto de 2020, y es muy similar al Reglamento General Europeo de Protección de Datos (GDPR). También veremos a muchas empresas migrar su acceso a la nube a redes privadas y actualizar sus servicios de encriptación para extender la protección de datos del usuario.

Según Gartner, las empresas en todas las industrias están evolucionando para convertirse en digitales y la informática de vanguardia será un facilitador necesario. Ha habido una intensa migración por parte de las empresas hacia la nube, debido a su alcance y otras características, pero la informática de borde actúa en conjunto con la nube, proporcionando más valor en tiempo real, mejor reducción de costos y prestación de servicios de clase mundial.