Equinix ha finalizado la primera expansión de su centro de datos de Miami, Equinix MI1, considerado como un punto de interconexión clave entre Norteamérica y los mercados de Latinoamérica y Caribe.

La compañía ha añadido 1.093 racks y 4 MW de capacidad energética a una instalación de casi 70.000 m2, lo que da un total de 6.489 racks y espacio suficiente para grandes clientes empresariales e hiperescala. Equinix ha invertido en la expansión en el NAP de las Américas prácticamente 60 millones de dólares.

“Actualmente, MI1 es uno de los centros de datos más interconectados en Estados Unidos, que ofrece opciones de conectividad insuperables para los mercados de América Latina y Caribe”, señala Chris Kimm, vicepresidente sénior de operaciones para las Américas de Equinix.

La instalación proporciona conectividad a 130 operadores de red, siete NSP, así como a puntos de aterrizaje para múltiples sistemas de cable submarino, incluidos Monet y GlobeNet –ubicados en otro centro de datos de Equinix en Miami, MI3–, y al resto de sus instalaciones a través de 38 backbones de fibra oscura.

Según Kimm, el centro de datos lleva "la mayoría del tráfico de América Latina y el Caribe con destino a más de 148 países en el mundo".

Equinix adquirió el NAP de las Américas en 2017, cuando compró 29 centros de datos de Verizon, y ya entonces planeaba aumentar la capacidad de esta instalación considerada como una de las “joyas de la corona” de dicho acuerdo.

Los primeros cuatro pisos del edificio de cinco plantas ya estaban equipados; la última expansión ocupa una parte del quinto piso, y la compañía finalmente ocupará todo el espacio en la segunda fase de expansión.