Según una encuesta de Economist Impact, encargada por Iron Mountain, la ciberseguridad es una prioridad principal para el 33% de los principales líderes empresariales. La Transformación Digital impuesta por la pandemia del Covid-19 ha traído grandes avances como la cantidad y calidad de bienes y servicios, mejoras en la productividad con el home office, inclusión de personas excluidas por ubicación o condiciones sociales en el mercado financiero, entre otros puntos. Sin embargo, también surgieron algunos aspectos negativos.

La Covid-19 y la adopción acelerada del trabajo remoto han aumentado la amenaza para la seguridad de los datos, ya que el uso de redes administradas más grandes fuera del entorno controlado de las oficinas corporativas se ha vuelto más común. En la era del trabajo híbrido, proteger las computadoras, laptops y dispositivos móviles es una prioridad.

Antes de la pandemia, la mayoría de las organizaciones ya estaban implementando medidas de seguridad y gobernanza de datos, con un 54 informando inversiones en monitoreo de riesgos cibernéticos y un 56% con registros físicos digitalizados para facilitar el acceso y la seguridad. Desde entonces, la inversión se ha acelerado: el 48% de las organizaciones informaron de un aumento de la inversión en aplicaciones híbridas de seguridad y protección de datos.

Las empresas que aún no han evolucionado adecuadamente en el área de tecnología son minoría: el 14% de ellas aún necesita centralizar las operaciones con visibilidad completa de todos los sistemas de información y el 12% aún necesita desarrollar un plan de recuperación ante desastres o continuidad del negocio para sus sistemas digitales . Y uno de cada diez encuestados todavía no ofrece capacitación para mejorar el conocimiento de los datos de sus empleados.

Según Orlando Souza, Country General Manager de Iron Mountain en Brasil, el avance de la tecnología facilita muchas tareas rutinarias y mejora el trabajo híbrido: “La implementación de plataformas tecnológicas con almacenamiento de documentación, comunicación y productividad en la nube, así como la la integración y gestión de la fuerza laboral, respaldar las experiencias híbridas de los empleados y aumentar la colaboración entre las unidades comerciales. Centralizadas y unificadas, estas prácticas hacen que las organizaciones sean más resistentes a posibles interrupciones”.

Para llevar a cabo el estudio, se entrevistó a 611 altos ejecutivos de cuatro regiones: América del Norte y América Latina, Europa y APAC, que comprende países de Asia y Oceanía. Las empresas se dividieron en cuatro sectores: servicios financieros; ciencias de la salud y de la vida; energía (incluido el petróleo y el gas) y el sector público.