Los laboratorios de investigación en Europa recibirán 2.500 millones de euros en financiación en virtud de la Ley Europea de Chips para perseguir el desarrollo de semiconductores avanzados.

La financiación se utilizará para establecer una línea piloto, denominada NanoIC, para desarrollar y probar nuevos componentes, incluidos chips de menos de 2 nm. Imec, una organización de investigación y desarrollo con sede en Bélgica, será la anfitriona y dirigirá el proyecto.

Otros laboratorios de investigación participantes incluyen CEA-Leti de Francia, Fraunhofer de Alemania, VTT de Finlandia, CSSNT de Rumania y el Instituto Tyndall de Irlanda.

El paquete financiero total estará compuesto por contribuciones públicas y privadas. Esto incluye aproximadamente 1.400 millones de euros en inversiones públicas de programas financiados por la Unión Europea (UE), como Horizonte Europa, Europa Digital y Chips Joint Undermaking, y 1.100 millones de euros adicionales de empresas privadas, incluida ASML, que fabrica las máquinas de litografía necesarias para construir chips avanzados.

En un comunicado, Imec ha dicho que la línea piloto NanoIC respaldará una "diversidad de industrias en Europa, incluidas la automoción, las telecomunicaciones, la salud y más, para desarrollar productos preparados para el futuro que aprovechen las últimas innovaciones en chips".

Luc Van den Hove, presidente y director ejecutivo de Imec, añadió: “El apoyo de la UE, el gobierno flamenco y los socios de la industria nos permitirá no sólo mantener nuestra posición de liderazgo, sino también acercarnos más a las demandas del mercado. La inversión nos permitirá duplicar los volúmenes y la velocidad de aprendizaje, acelerando nuestro ritmo de innovación, fortaleciendo el ecosistema europeo de chips e impulsando el crecimiento económico en Europa”.

Aprobada en abril de 2023, la Ley de Chips de la UE, valorada en 43.000 millones de euros, se estableció con la intención de duplicar la cuota de mercado mundial de semiconductores de la UE del 10 por ciento a al menos el 20 por ciento para 2030.

Originalmente destinado a centrarse únicamente en chips de alta gama, desde entonces se ha expandido para incluir chips más antiguos e instalaciones de investigación y diseño.