Una realidad inexorable en los últimos años ha sido que la digitalización ha ido calando en los negocios sin distinguir regiones, industrias o tamaño de compañías. En este tiempo se ha convertido en algo natural ver vídeos y películas de subscripción por Internet, conectarse y operar en la banca on-line, ir andando al restaurante con el móvil en la mano conectado a Google Maps y pedir taxis con aplicaciones varias. Y no solo en mercados tradicionales como Estados Unidos y norte de Europa, sino también en el sur.

Las cifras son abrumadoras. Según estimaciones del mercado, en 2020 habrá en el mundo unos 50.000 millones de dispositivos conectados, en 2025 se generarán 180 ZettaBytes de información, frente a los 10 zettabytes generados en 2015.

Uno de los efectos principales de esta tendencia se ha visto reflejada en el crecimiento del tráfico global de Internet y en la aparición de nuevos hubs de interconexión para evitar la latencia que conlleva estar más lejos del usuario. Y es que ya no toleramos esperas en Internet. Según un estudio de Ericsson, a las personas les estresa tanto que un vídeo en streaming no cargue como ver una película de terror a solas.

Los principales proveedores de servicios del mundo han ido al rescate de este usuario sediento de redes (para 2025 se estima que el número de conexiones a nivel global será de 100.000 millones), desplegando cables submarinos y data centers para colocation en el sur de Europa. Marsella (Francia), en concreto, ha sido uno de los que han tenido un crecimiento más rápido, aprovechando su ubicación geográfica y su estabilidad política para conectar con África, Oriente Medio y Asia.

Siguiendo esta lógica, la Península Ibérica -y dentro de ella, Portugal-, podría convertirse en el próximo punto de interconexión de redes mundiales, al beneficiarse de su posicionamiento estratégico en la comunicación entre Europa, América y costa oeste de África. Así lo confirman los proveedores Altice Portugal y Equinix en declaraciones a DCD. El hecho de que estas compañías internacionales se hicieran con Portugal Telecom e Itconic, respectivamente, es una muestra más de la importancia que tendrá este mercado de cara al futuro.

“Si los operadores penínsulares somos capaces de crear condiciones de competitividad en la oferta global de la región, podremos asistir a un crecimiento significativo de la demanda en la Península Ibérica”, augura Luis Alveirinho, CTO y wholesale de Altice Portugal.

Impacto en data centers

Al parecer de Carlos Rosa Serafim Paulino, responsable de Equinix Itconic en Portugal, el país está preparado para la recepción de todos estos proyectos de cable submarino (VER RECUADRO). “El mercado local de data centers portugués cuenta con la capacidad de colocation para satisfacer el tráfico de datos que va a recibir la península ibérica desde América Latina, Norteamérica y África”.

El data center de Equinix/Itconic en Lisboa, en concreto, está diseñado para el aumento del volumen de información que están recibiendo desde diferentes puntos del planeta y, por esta razón, “hemos apostado siempre por innovar e invertir en mejoras periódicas de nuestras infraestructuras”.



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