El gobierno de Qatar ha otorgado permiso a Microsoft para construir un centro de datos de nube pública en el pequeño país del Golfo. Tras conversaciones en varios países, ha sido Qatar el elegido o el que ha dado luz verde al proyecto de Microsoft Azure. Aún no se conocen los detalles sobre el proyecto, como el tamaño de la instalación o cuándo está configurado para abrirse.

Microsoft ya opera una red de entrega de contenido en el país, pero no tiene regiones de nubes activas en Medio Oriente. Sin embargo, eso está a punto de cambiar: el año pasado, la compañía anunció que abriría centros de datos en Dubai y Abu Dhabi en 2019.

La medida sigue a otras compañías de la nube occidental que han anunciado planes para construir centros de datos en la región. Amazon Web Services lanzará tres centros de datos en Bahrein a principios de este año y ha estado en conversaciones con Riad para viajar a Arabia Saudita. Google también ha puesto la mira en Arabia Saudita, ya que anunció planes para abrir una región de nubes en el país. También se rumoreaba que estaba considerando una asociación con el gigante petrolero estatal Saudi Aramco para construir un centro de tecnología y más centros de datos.

Sin embargo, no está claro si el acuerdo se ha descarrilado o retrasado por el escándalo que rodea el asesinato de Jamal Khashoggi. El disidente saudí que trabajaba como periodista en los EEUU Fue asesinado por funcionarios saudíes en el consulado del país en Estambul el 2 de octubre, y el senado de los EEUU afirmó que el príncipe heredero de la corona saudí Mohammed bin Salman era "responsable del asesinato".

En los últimos años, Mohammed bin Salman se convirtió en el rostro de los esfuerzos de modernización de Arabia Saudita que apuntan a hacer del país un refugio tecnológico (así como un considerable inversor tecnológico). Antes del asesinato de Khashoggi, bin Salman realizó una gira por Silicon Valley y se reunió con ejecutivos de tecnología, incluido el CEO de Google, Sundar Pichai, y el cofundador Sergey Brin.

Tras la muy publicitada muerte del periodista y la controversia que lo rodea, las corporaciones estadounidenses han hecho esfuerzos para minimizar sus vínculos con Arabia Saudita. En octubre, la CEO de Google Cloud, Diane Greene, se unió a otros para retirarse de la Cumbre de la Iniciativa de Inversión Futura de Arabia Saudita, también conocida como "Davos en el desierto".

Dan Doctoroff, CEO de la compañía Alphabet Sidewalk Labs, también abandonó el consejo asesor para un proyecto de mega ciudad saudí de $ 500 mil millones conocido como Neom.