Vodafone cerró diciembre de 2020 con 3,2 millones de líneas activas de Internet de las Cosas –IoT -, lo que ha supuesto 480.000 nuevas líneas desde que comenzara su año fiscal en abril. Estos datos reflejan un incremento del 35% respecto al mismo periodo del año anterior, y consolida una tendencia que mantiene a la operadora como líder del mercado en España en este segmento. A nivel mundial, Vodafone conecta 118 millones de dispositivos con IoT.

En cuanto a la distribución por sectores, están a la cabeza en captación de líneas IoT los negocios relacionados con Seguridad, Banca y Smart Metering, seguidos de Agricultura y Sanidad. Este año ha resultado atípico para otros como el turismo, el transporte y la automoción, que han crecido de forma más sostenida, pero menos que otros años.

La red NB-IoT (Narrow-Band o banda estrecha), aplicada a soluciones de Smart Metering en contadores de agua o gas, ha continuado creciendo. Así pues, la tecnología NB-IoT permite mantener un contador conectado durante toda la vida útil del mismo y alimentado únicamente con la batería interna, y proporciona la denominada 'cobertura profunda': dispositivos operando con normalidad en escenarios de escasa cobertura como sótanos o garajes. Además, se ha habilitado el soporte de eUICC (eSIM) para despliegues con esta tecnología dados los beneficios que aporta a los clientes: es programable, permite la portabilidad de líneas M2M entre operadores sin necesidad física de reemplazo de la tarjeta, entre otros.

Una de las claves del éxito de Vodafone en este mercado es precisamente la prestación de sus soluciones IoT sobre la ‘Plataforma Global M2M’, una herramienta que permite prestar un servicio integral de gestión de conexiones IoT en todo el mundo desde España o el país donde radique el cliente. Esto además hace posible ofrecer a las empresas una gran flexibilidad en su capacidad de autogestionar las conexiones, ya que puede monitorizar el estado de cada SIM en tiempo real.

Además, funciona con una única tarjeta SIM válida para despliegues en varios países con las ventajas de simplicidad y mejora en toda la parte logística que ello conlleva. También permite usar varias redes de acceso radio en un mismo país de forma automática, de modo que se minimizan problemas de cobertura, soporta todas las tecnologías de red como 2G, 3G, 4G, Nb-IoT, Cat-M, 5G y es integrable con aplicaciones del cliente mediante APIs.

Beneficios ambientales del uso de la tecnología de Vodafone

La mayoría de los beneficios ambientales derivados del uso de la tecnología están asociados a la reducción de las emisiones de CO2 como resultado de una disminución en el consumo de electricidad, gas y combustibles, aunque también pueden tener asociados otros beneficios ambientales como la reducción o la optimización en los consumos de recursos como el agua, materias primas, residuos, etc. y la mejora de los procesos de economía circular y economía colaborativa, así como otros relacionados con el desarrollo de la población en zonas rurales o deshabitadas.

La tecnología y servicios de Vodafone proporcionan a sus clientes empresariales los medios suficientes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Algunas de las aplicaciones de IoT que ayudan a reducir esas emisiones son:

  • Medidores inteligentes de energía, que permiten a las empresas, autoridades municipales y hogares monitorizar, administrar y reducir su uso de energía.
  • Smart Cities conectadas de manera inteligente para mejorar la eficiencia de los servicios intensivos de energía, como el transporte público, las redes de carreteras y el alumbrado.
  • Logística inteligente: tecnologías IoT integradas en vehículos para optimizar la gestión de rutas, el mantenimiento de los vehículos y el desempeño de los conductores, lo que ofrece un ahorro en el consumo de combustible de hasta un 30%, entre otros.

De esta forma, el uso de algunas de estas soluciones por parte de los clientes de Vodafone, de acuerdo con el informe elaborado por Carbon Trust, ha evitado la emisión de 603.493 Toneladas de CO2 en España en el último ejercicio fiscal 2019-2020.