Ya se ha iniciado la cuenta atrás para dar la bienvenida al nuevo año. En 2022 el desarrollo de las redes 5G, el WiFi6, los servicios en la nube o el acercamiento del procesamiento gracias a los Edge Data Centers han continuado su avance, también ha sido un año marcado por el crecimiento de tráfico en las diferentes redes fijas y móviles, así como por la extensión de cobertura hacia áreas con déficits.

Para comprender cuáles serán los movimientos y tendencias tecnológicas que marcarán la hoja de ruta del 2023, charlamos con Andrés Madero, CTO de Infinera, quien además hace una comparación de ambos ejercicios y los principales cambios que se han producido en materia de conectividad.

Mirando hacia atrás, a este 2022 que está a punto de finalizar, ¿qué principales transformaciones se han producido en el ámbito de la conectividad?

2022 fue un año donde terminó una pandemia. Muchas empresas venían de estar preocupadas por el proceso de digitalización y entraron en un año en el que querían acometer todos los proyectos que estaban por hacer. Mucha de esa reinversión se realizó para ponerse al día de los planes que tenían pendientes. En 2023 siguiendo con la tendencia anterior, lo que me gustaría ver es la culminación de muchos proyectos de estabilización de redes y arrancar nuevos proyectos de nueva generación.

El crecimiento de Latam en 2022 ha sido de doble dígito a nivel de ancho de banda, aparición de nuevos data centers en toda la región, nuevos focos de atención y generación de negocios (México y Brasil). Hay una situación política en el caso de todos estos países que entran en un proceso regulatorio donde se establecen las reglas acerca de 5G y hay seguridad de cuáles son las reglas de juego y saber cómo invertir en 2023.

¿Qué balance hacéis de este año en Infinera?

Si bien todos los fabricantes nos hemos visto impactados, en Infinera nos ha ido bien pese a la crisis de la cadena de suministro. Nosotros controlamos la integración vertical, ya que hacemos todos los componentes. La demanda de 2022 tuvo un crecimiento muy rápido. La construcción de fibra óptica toma tiempo y los equipos que fabricamos (motores fotónicos) y caemos en una época de lack en la cadena de suministro.

Además, pudimos entrar a nuevos negocios donde no estábamos.

¿En qué principales proyectos o desarrollos tecnológicos os vais a enfocar en el próximo año?

Mucha de la fibra en construcción entra a relucir en 2023 y por ejemplo hay un crecimiento tremendo en el área submarina. No solo de los operadores tradicionales sino de los operadores de contenidos. En Infinera nuestra especialización es iluminar tubos de telecomunicaciones y lo que no hacemos es por ejemplo ir a anchos de banda muy bajos.

¿Qué principales tendencias tecnológicas se van a dar en este 2023 en Latinoamérica? ¿Será un año de grandes y significativos cambios o una continuación de los que ya se están dando?

2023 será un año de cambios, no solo de crecimiento. Un año donde la interfaz dejará de ser 10gb de capacidad, lo que te lleva a que las redes tienen que estar por encima de 100gb, pero también habrá despliegues de 400gb en redes y 800gb en los long hall.

Con el despliegue de 5G habrá necesidad de interfaces de 25gb en la radio base, no de 10gb. Lo que pasará es que habrá redes de transporte donde 10gb no será suficiente y brincarán a 100gb. Habrá mucho ancho de banda disponible que llevará a que el precio de transacción de la capacidad sea más competitivo.

Otra cosa es que empezamos a ver una simplicidad de la red, es decir, en la forma en que transportamos la red. Implica reducción en el CAPEX de inversión para desarrollar mi red.

Esto va a marcar una competencia muy agresiva porque el precio por bit es lo que va a mandar. Llevará a que muchos fabricantes, como Infinera, exploremos esta nueva manera de hacer negocio en la región.

¿Cómo avanzará el despliegue del 5G en los diferentes países de Latinoamérica?

El principal reto es aclarar el tema regulatorio, que es diferente en cada país. Si clarificamos este punto, lo siguiente será un tema de despliegue. Hay que tener en cuenta que también se está dando la desaparición del 3G, que ya está siendo absorbido por el 4G, por lo que ya estamos listos para una nueva generación celular.

En la mayoría de los países del primer mundo ya se utiliza y torna a ser la tecnología primordial, pero en Latam debido a los despliegues de red no estamos ahí todavía, pero todos los operadores ya están hablando de 5G y están haciendo planificación. El tema de infraestructura y carretera está listo, es decir, ya tenemos las vías o canales ópticos para transportar estas redes, ahora es cuestión de implementación y comercialización del producto. En 2022 se avanzó pero en 2023 habrá muchos que empiecen a iluminar sus redes 5G.

¿Qué me puedes decir acerca de los avances en fibra óptica?

La fibra cambia pero el vidrio que despliego en la calle rara vez cambia. A la fibra desplegada ya le están sacando mejor uso, tenemos clientes en Infinera que buscan aumentar la densidad de la información que tienen en la fibra y lo hacen con mejores tecnologías de despliegue.

El big data, el edge computing, la inteligencia artificial, el IoT y el metaverso son temas candentes en la industria, ¿cómo deben adaptarse los sistemas de conectividad para responder a estos desafíos?

Lo que existe es convergencia de red cuando tienes una red para todas estas tecnologías. Queremos una sola fibra que retransmita aplicaciones para streaming de alta velocidad para metaverso, redes 5G, anchos de banda residenciales, data centers en el borde, IoT… Los operadores dicen que hacen la convergencia de esa red y la aplicación dependerá del tipo de equipo final que yo instale será el especializado para ese tipo de aplicaciones.

Un operador que normalmente era de la fija ahora quiere ser de la móvil.

¿Qué previsiones tienen para la industria de cables submarinos para Latam?

El sector de cables submarinos en Latam está creciendo, es la región con mayor crecimiento a nivel global, según los analistas. Tenemos muchos cables submarinos por salir, cuando llegan a una cierta edad los retiramos. Con las nuevas tecnologías les damos una vida nueva o les alargamos la vida. Eso sucede y hay mucha fibra nueva instalada. Ahora hay cables que van hacia otros continentes directamente. Chile está construyendo un cable para conectar con Australia, por ejemplo.

En Infinera ayudamos con esta tecnología. Muchos cables empezarán un nuevo modelo de negocio, a vender espectro. Generalmente vendían capacidad los cables submarinos, pero se dieron cuenta de que en lugar de compartir 4 o 5 hilos de esos cables o un hilo, se puede dividir ese hilo en 2-3 frecuencias.

¿Qué idea resume el panorama de la conectividad de 2023?

2023 será un año lleno de mucha demanda con riesgos por la cadena de suministro pero Infinera está muy bien posicionada para un crecimiento explosivo dentro de la región.


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