Por Ray Caponi, director de ventas de energía crítica en Concentric


A medida que la tecnología continúa avanzando y nuestra dependencia de sistemas de datos avanzados aumenta, los centros de datos continúan dominando como columna vertebral de nuestra infraestructura de información.

Sin embargo, muchos centros de datos aún dependen de equipos antiguos que están obsoletos y que no consumen mucha energía cuando albergan servidores y dispositivos de almacenamiento. Equipar estas instalaciones con equipos modernos y de bajo consumo, como sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS) y sistemas de refrigeración avanzados, puede tener un profundo impacto positivo en la red eléctrica y en el ecosistema energético en general.

Estos son solo algunos de los beneficios que pueden lograr los centros de datos existentes al actualizar las instalaciones con la energía continua como foco.

Mejorar la eficiencia energética

Uno de los principales beneficios de actualizar los equipos de los centros de datos heredados es la mejora significativa en la eficiencia energética.

Los sistemas UPS y los equipos de refrigeración más antiguos se diseñaron en una época en la que la eficiencia energética no era una preocupación primordial. Sin embargo, los sistemas UPS modernos están diseñados para minimizar el desperdicio de energía. Funcionan con niveles de eficiencia más altos (que a menudo superan el 95%) en comparación con los sistemas más antiguos, que podían funcionar con una eficiencia del 80-90%.

Esta reducción en el desperdicio de energía se traduce directamente en un menor consumo de energía para la misma cantidad de trabajo, aliviando la carga sobre la red eléctrica.

De manera similar, las tecnologías de enfriamiento modernas, como la refrigeración líquida y los sistemas avanzados de gestión del aire, pueden reducir drásticamente la energía necesaria para mantener temperaturas de funcionamiento óptimas de los servidores.

Los sistemas de aire acondicionado tradicionales consumen mucha energía y a menudo son ineficientes, mientras que las soluciones de refrigeración modernas están diseñadas para apuntar a fuentes de calor específicas y utilizar menos energía en general.

Esta mayor eficiencia significa un menor consumo de energía de la red, lo que contribuye a un suministro energético más estable y sostenible.

Reducción de la demanda máxima y mejora de la estabilidad de la red

Los centros de datos suelen ser consumidores de energía de alta densidad y su demanda puede contribuir a generar picos de demanda en la red eléctrica. La actualización a equipos más eficientes puede ayudar a aplanar esta curva de demanda máxima.

Los sistemas UPS modernos con capacidades avanzadas de almacenamiento en baterías se pueden utilizar para nivelar la carga, almacenar energía durante las horas de menor demanda y liberarla durante las horas pico. Esto no solo reduce la tensión en la red durante los períodos de alta demanda, sino que también mejora la estabilidad general de la red eléctrica.

Además, los sistemas de refrigeración avanzados se pueden integrar con tecnologías de redes inteligentes para optimizar el uso de energía de forma dinámica en función de las condiciones de la red.

Durante períodos de alto estrés en la red, estos sistemas pueden reducir su consumo de energía temporalmente sin comprometer las operaciones del centro de datos, apoyando así la estabilidad y confiabilidad de la red.

Reducir la huella de carbono

El impacto ambiental de los centros de datos es significativo: un consumo sustancial de energía genera altas emisiones de carbono, especialmente si esa electricidad proviene de combustibles fósiles.

La actualización de los equipos antiguos por alternativas energéticamente eficientes puede desempeñar un papel crucial en la reducción de la huella de carbono de estas instalaciones. Los sistemas UPS y los equipos de refrigeración eficientes consumen menos energía, lo que significa que las centrales eléctricas emiten menos gases de efecto invernadero. Además, muchos centros de datos modernos están integrando fuentes de energía renovables en su suministro eléctrico.

Los sistemas UPS avanzados pueden integrarse perfectamente con paneles solares y turbinas eólicas de sistemas de almacenamiento de energía de baterías (BESS), almacenando el exceso de energía generada durante los períodos de máxima producción y utilizándola durante períodos de baja generación o alta demanda.

Esta integración no solo hace que el centro de datos sea más ecológico, sino que también apoya la adopción más amplia de energía renovable, lo que contribuye a una reducción de la huella de carbono general de la red eléctrica.

Beneficios económicos y ahorro de costes

La modernización de los equipos de los centros de datos antiguos con alternativas modernas y de bajo consumo energético también genera importantes beneficios económicos. La reducción del consumo de energía se traduce directamente en menores costos operativos.

Aunque la inversión inicial en nuevos equipos puede ser sustancial, los ahorros a largo plazo en costos de energía a menudo justifican el gasto. Estos ahorros pueden reinvertirse en futuras mejoras o en otras áreas de la empresa, promoviendo así un ciclo de mejora y eficiencia continuas.

Además, una mayor eficiencia energética puede ayudar a mitigar el riesgo de cortes de energía y tiempos de inactividad, que pueden resultar extremadamente costosos para las operaciones de los centros de datos. Los sistemas UPS confiables y las soluciones de refrigeración eficaces garantizan que los centros de datos permanezcan operativos incluso durante las perturbaciones de la red, lo que mejora la confiabilidad del servicio y la satisfacción del cliente.

Apoyo a la integración de redes inteligentes

Los centros de datos modernos equipados con sistemas avanzados de gestión energética están mejor posicionados para integrarse con las tecnologías de redes inteligentes.

Estos sistemas pueden comunicarse con la red para ajustar el consumo de energía en tiempo real en función de las condiciones de la red, las señales de respuesta a la demanda y los precios de la energía. Esta interacción dinámica entre el centro de datos y la red mejora la flexibilidad y la resiliencia de la infraestructura energética.

Por ejemplo, durante períodos de baja demanda, los centros de datos pueden aumentar su consumo de energía para utilizar el exceso de capacidad de la red y almacenarla en sistemas de baterías avanzados.

Por el contrario, durante los picos de demanda, pueden reducir su consumo de la red, aprovechando la energía almacenada u optimizando sus sistemas de refrigeración para disminuir el consumo de energía. Esta interacción bidireccional favorece una red más eficiente y equilibrada, lo que reduce la necesidad de capacidad adicional de generación de energía y disminuye el impacto ambiental general.

La actualización de los equipos antiguos de los centros de datos por sistemas modernos y de bajo consumo energético ofrece numerosos beneficios para la red eléctrica. Una mayor eficiencia energética reduce el consumo de energía, alivia las limitaciones de demanda máxima y estabiliza la red.

Los beneficios ambientales que suponen las menores emisiones de carbono y las ventajas económicas que suponen los ahorros de costes subrayan aún más el valor de estas mejoras. Además, la integración con tecnologías de redes inteligentes posiciona a los centros de datos modernizados como participantes activos de un ecosistema energético más sostenible y resiliente.

A medida que la infraestructura digital continúa expandiéndose, la importancia de estas actualizaciones solo crecerá, convirtiéndolas en un paso crucial hacia un futuro energético sostenible.