La compañía Arsys ha anunciado el proyecto Green Blocks para gestionar de forma inteligente su plataforma IaaS. Por un lado, esta iniciativa mejora el rendimiento de las máquinas virtuales y posibilita su reubicación automática y en tiempo real en el mejor host; por otro, optimiza el modelo de crecimiento de la plataforma Cloudbuilder Next y sus ratios de eficiencia energética.

Para conocer más detalles sobre este proyecto y las herramientas que lo componen, hablamos con Lorea Revilla, directora de operaciones de Arsys.

 

¿En qué consiste el proyecto Green Blocks de Arsys?

Green Blocks es un proyecto de eficiencia energética de Arsys que abordamos a finales de 2016 con el objetivo de continuar optimizando nuestra plataforma IaaS Cloudbuilder Next. CloudBuilder Next es lo más parecido a gestionar un centro de datos propio, pero con la flexibilidad y eficiencia de hacerlo bajo el modelo cloud, en modo pago por uso y muy fácil de gestionar para los equipos técnicos.

Así que en ese sentido es muy exigente para nosotros como proveedores, ya que nuestra plataforma tiene que permitir a nuestros clientes crear y gestionar la capacidad de computación (proceso, almacenamiento, medidas de seguridad, etc.) de sus máquinas cloud en tiempo real y de forma flexible, sin cuellos de botella y con un alto rendimiento siempre garantizado, pero sin que por ello se sobredimensione la plataforma ni se reduzca su eficiencia energética.

Desde el punto de vista de la arquitectura IT, Cloudbuilder Next está basada en bloques de recursos IT (servidores, cabinas de almacenamiento, etc.), que a su vez provisionan la capacidad que gestionan los clientes en tiempo real y de forma flexible, lo que sistemáticamente deriva en un reparto desigual de las cargas de trabajo en cada bloque. Aunque la solución más sencilla hubiera sido añadir capacidad y sobredimensionar la plataforma, esto hubiera resultado poco eficiente y generado muchos recursos infrautilizados, así que optamos por desarrollar este proyecto, denominado Green Blocks, para la gestión inteligente de nuestra plataforma cloud.

 

¿Qué desafíos ha supuesto este proyecto para Arsys?

Esto suponía un triple reto para nosotros. Por un lado, la capacidad de cada bloque debía tener los mínimos recursos infrautilizados. Por otro, sin embargo, debíamos mantener siempre los más altos niveles de rendimiento y servicio para los sistemas de nuestros clientes. Y además, teníamos que mantener la flexibilidad y características técnicas de una plataforma compleja y ya en producción que debía mantener y mejorar en todo momento sus características y la absorción de los picos de trabajo siguiendo el modelo cloud.

A pesar de la complejidad de este proyecto y de otras iniciativas que anteriormente ya habían aumentado los ratios de eficiencia energética y nos dejaban poco margen de mejora, los resultados han sido sobresalientes. Calculamos que Green Blocks ha reducido el consumo energético de Cloudbuilder Next un 30%, en 21,92 kW, lo que equivaldría aproximadamente a unos 200.000 kWh anuales  y las 36 toneladas de CO2 necesarias para generar esa potencia.


Lorea Revilla
Lorea Revilla

¿Cuáles son sus principales herramientas de Green Blocks?

El proyecto Green Blocks parte de distintas tecnologías, lo que nos ha permitido abordar este proyecto desde una perspectiva 360.

En la capa más superficial, desplegamos la aplicación Cloud Turbonomic (anteriormente conocida como VMTurbo), que permite equilibrar la carga soportada por los hosts pertenecientes al mismo clúster, colocando las máquinas virtuales en el host idóneo para cada tipo de carga.

Profundizando en su despliegue, optamos por crear una integración personalizada de desarrollo propio, realizada por los departamento de I+D de Operaciones de Arsys. Esta capa de inteligencia superior parte de la información proporcionada por Turbonomic para facilitar el sistema de aprovisionamiento y redistribución de recursos de computación que seleccione el bloque con mejores condiciones técnicas para alojar la nueva máquina virtual.

Además,  también debía en cuenta la constante variación de los recursos, ya que la ubicación física de una capacidad puede no resultar óptima para su carga de trabajo pasados unos minutos, horas o días. Así que el proyecto tenía que desarrollar internamente los mecanismos automáticos que reubicaran las máquinas virtuales en el mejor host de acuerdo a sus más concretas necesidades en cada momento y siempre en las mejores condiciones de servicio.

Todo ello, aplicado sobre la plataforma IT que conforma nuestra solución IaaS Cloudbuilder Next, de la que ya hemos hablado anteriormente y alojada en nuestros centros de datos con más de 8.500 servidores lógicos en producción y los más elevados ratios anuales de eficiencia energética (PUE de 1,48 y CADE de 7,78, media 2016), y  salas técnicas con racks inteligentes, que integran los pasillos fríos en el propio rack y también han sido desarrollados internamente por nuestro equipo de I+D.

 

¿Se trata de un proyecto más enfocado a la mejora del rendimiento de máquinas virtuales o a la optimización de la eficiencia energética de la plataforma?

Con Green Blocks hemos mejorado los dos enfoques, ya que se trata de aspectos muy relacionados entre sí y ambos son imprescindibles para un proveedor cloud como Arsys.  Green Blocks mejora el rendimiento de las máquinas virtuales y posibilita su reubicación automática y en tiempo real en el mejor host de acuerdo a sus necesidades concretas en cada momento, que pueden variar según el ciclo de vida del proyecto, pero también ha mejorado sustancialmente el modelo de crecimiento de la plataforma Cloudbuilder Next y sus ratios de eficiencia energética.

 

¿Va orientado a todo tipo de cargas o sólo a aquellas de mayor rendimiento?

La eficiencia obtenida por el proyecto Green Blocks se aplica de forma automática a todos los servidores cloud que desplegamos sobre nuestra plataforma Cloudbuilder Next, ya se trate de entornos de desarrollo, en producción o sistemas de alto rendimiento.

 

Desde Arsys indican que Green Blocks ha permitido cambiar el modelo de crecimiento de la plataforma. ¿A través de qué herramientas ha sido posible?

Además de la base de información que nos ha proporcionado Turbonomic, la clave ha sido su integración y el desarrollo propio de la capa de inteligencia superior creada por los departamentos de I+D de Operaciones de Arsys, que facilita el sistema de aprovisionamiento y redistribución de recursos de computación en tiempo real, seleccionando el bloque que en cada momento se encuentra en las mejores condiciones técnicas para alojar la nueva máquina virtual.

 

¿Cómo han conseguido mejorar la distribución y reubicación de las máquinas virtuales para alcanzar un mejor rendimiento?

Ahí la clave ha sido esa capa de inteligencia superior de desarrollo propio que toma de base los datos de Turbonomic y automáticamente redistribuye los recursos sobre los bloques de nuestra plataforma Cloudbuilder Next.

La heterogeneidad de los componentes de nuestra plataforma, que cuenta con tecnologías de HPE, SolidFire, Dell, NetApp, Microsoft, VMware, Parallels, Vyatta o F5 por citar sólo algunos de nuestros partners, ha sido una de sus principales complejidades, unida al hecho de que se trataba de una plataforma que ya estaba en producción y que debía mantener en todo momento los más elevados niveles de servicio y disponibilidad.

Así que para evitar cualquier incompatibilidad que pudiera afectar a los niveles de servicio, hemos testado su solidez en entornos de prueba más reducidos de manera progresiva, por lo que hemos realizado diversas pruebas de concepto previas que nos garantizaban los resultados esperados, siguiendo una monitorización exhaustiva del rendimiento a todos los niveles que nos garantizara el éxito en su despliegue definitivo sobre la plataforma en producción.

 

Además de estas mejoras, ¿cómo permiten optimizar la eficiencia energética estos Green Blocks?

Para mejorar la eficiencia de cada bloque, hemos minimizado sus recursos infrautilizados manteniendo su flexibilidad. Ahora aloja hasta 2.000 máquinas virtuales por bloque, desde las 1.000 iniciales del despliegue inicial de Cloudbuilder Next, en diciembre de 2015, y las 1.500 que teníamos de las que partimos al inicio del proyecto Green Blocks, un año más tarde, ya que anteriormente habíamos realizado otros proyectos para optimizar la plataforma.

De este modo, hemos llegado a mejorar los niveles de servicio sin tener que desplegar nuevos bloques y elementos hardware, lo que hubiera supuesto el consiguiente aumento de recursos energéticos que hubiera sido necesario para su alimentación.  Además, a lo largo de la evolución de Cloudbuilder Next, el incremento de consumo por bloque se ha mantenido en valores muy bajos, conteniéndolo por debajo de 10 kW, a pesar incluso del crecimiento de la plataforma, con un número de máquinas que se ha duplicado y ha aumentado un 104% desde su lanzamiento.

 

¿Cómo puede repercutir todo esto en el cliente?

Gracias a la redistribución automática que se produce, el cliente siempre dispone de la ubicación host más adecuada a sus necesidades y que mejor le garantiza el rendimiento óptimo. Y más allá de estos aspectos, al reducir el consumo energético de la plataforma, hemos podido destinar nuevos recursos económicos y humanos a otros proyectos que continuaban mejorando la plataforma de Cloudbuilder Next en condiciones muy competitivas y con todas las garantías técnicas y humanas que ofrecemos en Arsys.

 


¿Cuáles son los principales retos que se encuentran los clientes a la hora de desplegar sus infraestructuras IaaS y máquinas virtuales?

Quizá el principal reto al que a día de hoy se enfrenta cualquier empresa es la inmediatez. Hoy en día, cualquier sector de actividad es mucho más dinámico y cambiante que hace 5 o 10 años Exige resultados en pocas horas, o incluso en unos pocos minutos. La adaptabilidad y la inmediatez se han convertido en un “must” para todas las empresas y los proveedores de cloud estamos obligados a anticiparnos a esos cambios.

 

¿Qué están demandando los clientes en el despliegue de sus nubes?

La nube no conoce límites y se adapta a cualquier tipo de empresa o proyecto: desde ISV que quieren evolucionar del licenciamiento a la comercialización, hasta la posibilidad de desarrollar proyectos de Big Data, IoT, realidad aumentada… Por ello, las demandas de nuestros clientes varían mucho dependiendo del perfil de la empresa, del peso de las TIC en su negocio y del proyecto concreto. En cualquier caso, sí es cierto que últimamente hemos visto una clara evolución en el despliegue cloud para aplicaciones críticas para el negocio como ERP, CRM o Business Intelligence.

Por otra parte, el cloud está evolucionando hacia una creciente implementación a escala en toda la organización, pasando de un enfoque táctico en proyectos puntuales a un despliegue de todo su potencial con un enfoque estratégico y transversal. Por ejemplo, la adopción del cloud está pasando de una orientación a costes por proyecto, a un uso optimizado de la infraestructura de la nube en toda la organización, con un mayor despliegue de aplicaciones críticas y soluciones “core” para el negocio que hace dos o tres años.

 

Desde su experiencia, ¿cómo definiría el despliegue cloud actual en España?

En los últimos años, España, al igual que otros países de nuestro entorno, ha afrontado una coyuntura económica desfavorable. En un primer momento, la postura de las empresas ha sido recortar gastos y fomentar el ahorro para intentar reducir la incertidumbre. Sin embargo, esta mentalidad ha evolucionado notablemente en el último año, y ya no se trata tanto de recortar como de encontrar los modelos más eficientes, y aquí el modelo cloud está siendo el claro vencedor. No sólo es más competitivo en costes que el modelo in house de gestión de infraestructura IT, también mejora los niveles de servicio de las soluciones IT, permite tomar mejores y más rápidas decisiones de negocio e impulsa la competitividad de la empresa en su conjunto.

En cuanto al tipo de cloud, en realidad, todas las modalidades tienen su cuota entre los distintos perfiles de empresas y proyectos IT, y todas y cada una de ellas están aumentando de forma significativa en nuestro país. A medio plazo, todos los modelos (pública, privadas e híbrida) seguirán conviviendo y ninguno de ellos desaparecerá, porque son opciones que cubren necesidades distintas. Ahí no es posible generalizar, porque en el mundo tecnológico no existen las balas de plata, así que la mejor opción es rodearse de un partner experto, que pueda guiarnos en nuestro camino a cloud y asesorarnos con la opción que mejor encaje en nuestro negocio y prioridades.