Por Suzanna Lashford, directora de desarrollo empresarial en Vattenfall


En nuestra era cada vez más digital, los centros de datos son los titanes del flujo de información.

Estas grandes instalaciones, que almacenan, procesan y distribuyen cantidades masivas de datos digitales, consumen mucha energía debido a su dependencia del funcionamiento y la seguridad constantes del servidor.

Para ponerlo en perspectiva, un centro de datos de 100 MW tiene la demanda energética equivalente a 50.000 apartamentos.

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Se prevé que el consumo de energía de los centros de datos alcance el 20 por ciento del uso mundial de energía para 2040, frente al tres por ciento en 2017 [aunque tales predicciones deben tomarse con una pizca de sal - Ed ].

Los principales impulsores de este aumento incluyen la afluencia continua de nuevos equipos de TI que se introducen en el mercado, necesarios para seguir el ritmo de los avances tecnológicos; junto con el aumento de las temperaturas globales, que imponen una carga adicional significativa a los sistemas de refrigeración de los centros de datos.

La clave para reducir costes

El 'aumento de tarifas' es un modelo que ha surgido recientemente en el panorama energético, como un medio para que las empresas más grandes (incluidos los centros de datos) gestionen eficazmente sus crecientes demandas de energía.

Permite a los operadores escalar su consumo de energía en línea con su crecimiento, evitando la carga financiera de asegurar la capacidad total por adelantado.

Los modelos tradicionales de adquisición de energía a menudo requieren una inversión inicial significativa basada en las necesidades futuras proyectadas, lo que genera ineficiencias y mayores costos cuando el uso real no se alinea con estas previsiones.

El método de tasa de aumento es una solución flexible que permite a los centros de datos pagar solo por la capacidad eléctrica que necesitan actualmente y al mismo tiempo conservar la opción de ampliar su capacidad a medida que crece la demanda.

Este enfoque no sólo optimiza los desembolsos financieros al reducir los cargos innecesarios por capacidad, sino que también respalda el crecimiento sostenible. Para quienes aspiran a la expansión, aprovechar el modelo ofrece no sólo una medida de ahorro de costos, sino también una inversión en un futuro sostenible.

Un futuro empoderado

Los beneficios de adoptar tarifas progresivas van más allá del ahorro de costos. Este modelo fomenta la flexibilidad operativa, permitiendo que los centros de datos se adapten al panorama tecnológico que cambia rápidamente sin las limitaciones de las capacidades energéticas fijas.

Como resultado, los operadores pueden planificar de manera más efectiva futuras expansiones, asegurando que sus instalaciones permanezcan a la vanguardia de la innovación tecnológica y la eficiencia.

A medida que la economía digital continúa expandiéndose, la adopción de este tipo de soluciones innovadoras será clave para los centros de datos que pretenden prosperar en un mercado cada vez más competitivo y consciente del medio ambiente.