Por Aaron Binkley, vicepresidente de sostenibilidad de Digital Realty


En todo el mundo, el aumento de las aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) ha provocado debates entre la necesidad de una regulación más estricta para abordar las preocupaciones éticas y sociales, y la creencia en su potencial para impulsar la prosperidad económica y la productividad. Pero en medio de toda esa discusión, estamos omitiendo una pregunta crítica: ¿cómo alineamos el rápido crecimiento de la IA con los estándares de sostenibilidad y eficiencia?

El impacto de la IA en las operaciones del centro de datos

Una cosa es segura: la IA no irá a ninguna parte y su adopción aumentará. Los pronósticos de Gartner sugieren que el gasto global en software de IA aumentará a una tasa compuesta anual del 19,1 por ciento durante los próximos seis años. Gran parte de este crecimiento se debe al hambre de las empresas por la informática de alto rendimiento (HPC), a medida que desarrollan aplicaciones y servicios innovadores para uso interno y necesidades relacionadas con los clientes. Sin embargo, este crecimiento también genera preocupaciones ambientales, particularmente en relación con el aumento de la demanda de energía y la necesidad de sistemas de enfriamiento avanzados en los centros de datos para acomodar implementaciones de mayor densidad.

Los centros de datos son fundamentales para la adopción de la IA, ya que proporcionan la infraestructura digital subyacente para una variedad de aplicaciones innovadoras en numerosas industrias. Sin embargo, enfrentan desafíos sin precedentes a la hora de gestionar la complejidad y la intensidad de las cargas de trabajo de la IA y equilibrar el avance tecnológico con la sostenibilidad ambiental.

Mejora continua e innovación

Seamos claros: la IA no ha cogido por sorpresa a la industria. El diálogo sobre la creciente demanda de inteligencia artificial y análisis de datos, y las implicaciones ambientales asociadas, ha estado en curso durante casi una década.

Durante todo ese tiempo, hemos tomado medidas proactivas para innovar y mejorar las operaciones de nuestro centro de datos. Hemos liderado iniciativas como la Colocación de alta densidad (HD), donde no solo optimizamos el espacio para los equipos informáticos de múltiples clientes, sino que también mejoramos significativamente la eficiencia energética y reducimos el uso de recursos. Este enfoque, junto con la adopción de sistemas de refrigeración avanzados como la refrigeración líquida directa (DLC), la refrigeración líquida asistida por aire (AALC) y los intercambiadores de calor de puerta trasera (RDHx), optimiza la gestión de cargas de trabajo de IA de alta intensidad, garantizando nuestra infraestructura digital mientras reduce la huella general de recursos y carbono.

Nuestro próximo centro de datos de IA en Portland, por ejemplo, es capaz de albergar lo último en tecnología de vanguardia, gracias a una infraestructura personalizada para implementaciones de IA. De manera similar, nuestro nuevo centro de datos HPC en París está equipado con un sistema DLC que se adapta a las necesidades cambiantes de la infraestructura, optimizando la eficiencia energética y reduciendo costos.

Nuestra infraestructura modular presenta “implementaciones plug-and-play”, que se adaptan a las fluctuaciones de la carga de trabajo y aceleran los tiempos de comercialización para las empresas, al tiempo que evitan el sobreaprovisionamiento y reducen el consumo de energía. Estos esfuerzos subrayan nuestro compromiso de simplificar la adopción de la IA y al mismo tiempo promover la eficiencia y la sostenibilidad dentro de nuestros centros de datos.

La construcción también juega un papel en esta ecuación. Estamos reconsiderando la arquitectura de nuestros centros de datos para reducir significativamente su huella ambiental, incluido el diseño de edificios que no dependan del agua ni de los combustibles fósiles. Junto con los sistemas de reutilización de energía y las redes de calefacción urbana, que redistribuyen el exceso de calor a las comunidades cercanas, estas iniciativas garantizan que nuestra infraestructura no solo satisfaga las necesidades tecnológicas de los clientes, sino que también se integre y beneficie a las comunidades a las que servimos.

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El papel de la IA en la construcción de un futuro sostenible

Si bien los debates sobre la IA y la sostenibilidad a menudo se centran en su consumo de energía y agua, es vital reconocer el potencial de la IA para fomentar el progreso medioambiental.

Incluso dentro de los centros de datos, la IA puede mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental. Nuestra plataforma interna de IA Apollo , por ejemplo, ha logrado ahorros de energía significativos en múltiples sitios, equivalentes a alimentar a más de 1600 hogares de EE. UU. al año, al tiempo que agiliza los procesos operativos, lo que nos ayuda a cumplir los objetivos descritos en la Directiva Energética Europea (EED).

También estamos mejorando la resiliencia y abordando los desafíos de capacidad de otras maneras. En Londres, nuestra asociación con EkkoSense nos permite utilizar su IA de vanguardia, visualizaciones 3D inmersivas y análisis de optimización térmica en nuestro centro de datos Cloud House para identificar y rectificar las ineficiencias del flujo de aire y la refrigeración, generando ahorros y una mayor eficiencia. Gracias a esto, hemos reducido el consumo de energía de refrigeración en un 20 por ciento en un año.

Más allá de los centros de datos, la IA está ayudando a rastrear y mitigar el cambio climático, por ejemplo, mejorando el mapeo de la deforestación a través de imágenes por satélite, combatiendo la pérdida de bosques y reduciendo las emisiones de carbono. En Brasil, los drones con IA aceleran la reforestación, alcanzando tasas 100 veces más rápidas que los métodos tradicionales.

La IA ayuda a reducir las emisiones al optimizar las cadenas de suministro, mejorar la predicción de la demanda para combatir la sobreproducción y mejorar la eficiencia del transporte con modelos basados ​​en datos. En la gestión de residuos, soluciones como la IA de Greyparrot aumentan la eficiencia del reciclaje al analizar las instalaciones de procesamiento de residuos y reducir los residuos de los vertederos mediante la recuperación de materiales.

Estas diversas aplicaciones subrayan el papel fundamental de la IA para impulsar la sostenibilidad y abordar el cambio climático, ofreciendo soluciones innovadoras a los desafíos ambientales globales.

Un futuro de IA más ecológico

La IA llegó para quedarse y, como líderes de la industria, debemos reconocer nuestra responsabilidad de innovar e impulsar la sostenibilidad dentro de la industria de los centros de datos. Si bien la tecnología puede plantear desafíos de sostenibilidad, también ofrece soluciones a problemas ambientales y sociales.

Por lo tanto, a medida que avanzamos tecnológicamente, priorizar una infraestructura eficiente y sostenible es crucial para un futuro donde la tecnología y la gestión ambiental coexistan armoniosamente para impulsar un futuro más verde para todos.