Muchas empresas modernas son un torbellino caótico de emociones, datos, opiniones y, con frecuencia, rivalidades abiertas tanto internas como externas. Cuanto mayor sea la empresa, más complejo les resultará a sus dirigentes plantear una estrategia unificada y ponerla en práctica. Esto resulta especialmente cierto cuando las empresas se plantean aprovechar las ventajas que trae consigo la transición a la nube. Ese tránsito, que se traduce en eliminar súbitamente enormes cargas de trabajo improductivo; pasar a obsesionarse por las necesidades del cliente y concentrar esfuerzos en los datos y la infraestructura tecnológica necesaria para hacerlo posible, suele intimidar a algunos e incluso generar cierta hostilidad en otros por las consecuencias personales que todo ello conlleva.

Cabe preguntarse, entonces, ¿qué mecanismos pueden ayudarnos a superar todos estos obstáculos más eficazmente?  En mi experiencia personal, uno de los elementos que tienen en común las empresas realizan este tránsito rápidamente es la creación de un CBO (Cloud Business Office o Equipo de negocio en la nube). El CBO garantiza que la empresa cuenta con gobernanza eficaz que permita a la organización adoptar y acelerar el uso de nubes públicas en su empresa.

Cómo dar con un equipo de dirección sólido

Responsable de transformación en la nube: El responsable de transformación en la nube, que preside y encabeza el CBO, representa el líder visible y primer referente del equipo. Este profesional tiene la autoridad implícita necesaria para asumir y/o mitigar los posibles riesgos en consonancia con las preferencias de riesgo de la junta directiva, y es quien establecerá los controles necesarios para lograrlo.

Responsable de seguridad de la información: Por supuesto, para todos nosotros, la seguridad es el trabajo primordial. Contar con alguien de confianza al cargo de la seguridad, ya sea el responsable de seguridad de la información en persona o un ejecutivo que responda directamente ante él, resulta clave. Este profesional tiene un papel de vital importancia dentro del grupo: formarse y familiarizarse con nuestro modelo de responsabilidad compartida.

Responsable jurídico y de obtención de recursos: En el mundo tradicional de los negocios, la negociación de los contratos solía requerir meses o incluso años. En el mundo de la nube pública de hiperescala los contratos son, como no puede ser de otra forma, distintos. Con estos contratos, el cliente no se compromete a ningún gasto innecesario y se le factura únicamente en función de los recursos utilizados. Además, estos contratos se caracterizan por unas exigencias de seguridad muy altas y por el requisito inevitable de que los datos de cada cliente estén protegidos frente al resto de clientes.

Responsable de infraestructura y operaciones: La naturaleza de las operaciones en la mayoría de las empresas suele resultar en que este aspecto represente al menos un 51% de los votos de cara a cada decisión que tome el CBO. Los ingenieros de infraestructuras, que en el pasado creaban, operaban y actualizaban constantemente infraestructuras y centros de datos privados, desempeñan hoy en día un papel fundamental en la migración a la nube y la expansión del negocio.

Responsable de producción y/o representante de otras divisiones de la empresa: Con diferencia, las transformaciones más rápidas que hemos visto son aquellas en las que los ejecutivos exigen sacar provecho de las nuevas herramientas que la nube ofrece para transformar las capacidades de sus divisiones, en búsqueda de resultados mejores e innovación para sus clientes.

Responsable del centro de excelencia en torno a la nube: El profesional que el CBO designe para encabezar ese equipo es de vital importancia. Hasta tal punto es así, que he visto a los profesionales en este cargo ser el factor decisorio en el tránsito de su empresa hacia la nube. En mi experiencia personal, para este cargo conviene escoger individuos que destaquen en carisma, empatía, trato personal y una firme predisposición a la acción y la colaboración. En este cargo, la inteligencia emocional es tan importante como las capacidades técnicas, cuando no más.

Responsable de arquitecturas: Históricamente, el cargo de responsable de arquitecturas empresariales ha sido elogiado y ridiculizado a partes iguales. Las responsabilidades de estos profesionales han cambiado mucho. Sin embargo, a pesar de los cambios, su trabajo es crucial para el CBO ya que es quien deberá garantizar que la migración a la nube se produce de forma controlada. Es precisamente por ello que el papel del responsable de arquitecturas va a ser muy importante en el futuro.

Las responsabilidades del CBO en profundidad

  • Establecer un objetivo ambicioso: el objetivo debe estar en armonía con los objetivos de negocio de la junta ejecutiva, ya sea aumentar los ingresos, la rentabilidad, incrementar el NPS entre los clientes, etc.
  • Fijar los objetivos y resultados clave: poca duda cabe de que todas las responsabilidades resultarán tanto de los objetivos que el CBO plantee, (¿Cuál es nuestra meta?), como de los resultados clave (¿Cómo llego a esa meta?). Aunque esas son las principales, el CBO tiene más responsabilidades.
  • Consensuar los valores de funcionamiento: No hay inconveniente en que los valores de transformación evolucionen a medida que descubrís la nube y os familiarizáis con ella. El CBO debe ser el grupo que someta estos valores a debate y los líderes dedicados deberían tener la última palabra.
  • Eliminar obstáculos: el equipo del CBO debería reunirse al menos una vez a la semana. La preferencia personal de ambos autores es tener breves reuniones cada día.
  • Conformar el Centro de excelencia en torno a la nube: conviene tener presente que este centro debe ser una herramienta para alcanzar objetivos, no un objetivo en sí mismo. Deberemos estar alerta para evitar que el centro se convierta en un cuello de botella o en un organismo que se limite a dar su aprobación. Una vez alcanzadas nuestras metas, desmantelaríamos el centro, ya que la nube sería nuestra forma natural de desplegar nuestras tecnologías informáticas.
  • Firmar contratos de servicios en la nube: para ello se requiere comprender claramente cómo funcionan los contratos de la nube, que requieren una perspectiva diferente a los contratos centrados en cálculos de gastos de capital y estimaciones de la informática tradicional. Tener esto claro puede ahorrarnos mucho tiempo perdido.
  • Consensuar, ejecutar y supervisar la migración de datos y aplicaciones: garantizar la congruencia, prioridad y visibilidad de qué migrar y cuándo y cómo hacerlo es una labor clave del CBO. .
  • Crear equipos Agile (si usáis el marco de trabajo SAFe para Agile): si aún no habéis hecho la transición a Agile, este es el momento perfecto para hacerlo.
  • Consensuar objetivos de formación para la plantilla: El CBO debería centrar parte de sus esfuerzos en formar al resto de ejecutivos de la organización de cara al tránsito a la nube. La formación no es solo para ingenieros y desarrolladores.
  • Consensuar objetivos en materia de seguridad, disponibilidad, costes y adecuación a normativas: este es un ciclo continuo que se produce en colaboración con el centro de excelencia y en el que buscaremos consensuar y establecer objetivos en materia de seguridad, fiabilidad, adecuación a normativas y plazos de comercialización.