Claudia Álvarez es CIO de Grupo EMIN. Actualmente está co-liderando el proyecto de Transformación digital de su compañía, un cambio no solo tecnológico sino también cultural. El objetivo marcado con todo esto es posicionar a EMIN dentro de los referentes más innovadores del mercado de la construcción, ser más productivos y asegurar la sostenibilidad a largo plazo.

Dentro de nuestra iniciativa #MujeresPoweringDataCenter, con las que estamos hablando para acercar y poner en valor el papel de la mujer en la industria de Data Center, hemos querido charlar con Claudia Álvarez, quien nos ha relatado cómo ha sido su experiencia personal y profesional en el ámbito de la tecnología, cuáles son los proyectos en los que está trabajando actualmente, así como las acciones que se podrían llevar a cabo para motivar al talento femenino a apostar por dedicarse a la tecnología desde que son pequeñas.

¿Cómo describirías tu trayectoria profesional en el ámbito de la tecnología? ¿Qué te ha aportado la tecnología personal y profesionalmente?

Comencé mi carrera profesional a los 20 años mientras estudiaba la carrera de Ingeniería en Informática en la Universidad de Santiago de Chile. Desde esa época siempre he estado trabajando en las áreas de Tecnología. Al principio en una empresa de Servicios, luego por 15 años en la Banca donde parte de mi rol fue elegir las plataformas de un nuevo banco que fue resultado de una fusión; ahí aprendí a evaluar los mejores software de la industria financiera, implementarlos y evaluar el retorno de esas inversiones. Me enfoqué en la estrategia tecnológica y en los sistemas de inteligencia de negocios.

Posteriormente, fui líder de la Transformación tecnológica y modernización de Correos de Chile (empresa autónoma del Estado cuyo negocio es transporte courier y postal, con foco en logística de despacho), en esa oportunidad fuimos la primera empresa en implementar SAP integrado a los sistemas legados y nos ganamos un premio a la innovación en EE.UU. Asimismo, implementamos la casilla e-box con EE.UU., y los primeros lockers que llegaron automatizados desde Polonia para que cualquier cliente retirara sus encomiendas, no sólo en sucursales o con entrega en domicilio, sino que usamos alianzas con estaciones de gasolina y farmacias para que la gente tuviera un servicio de entrega 7x24. Este fue uno de los primeros servicios innovadores y una apuesta de innovación en ese tiempo.

En el 2011, en la empresa Tur Bus (transporte de pasajeros) fuimos la primera empresa en realizar junto a SAP lo que se denomina actualmente IoT enfocado en la gestión y control de combustible. Este proyecto piloto fue todo un éxito porque logramos disminuir en un 30% el gasto en combustible.

Luego, en Toyota Chile, parte del grupo Mitsui también fui a liderar la Transformación tecnológica y fuimos referente a nivel Latinoamérica.

Actualmente, estoy en el rubro Construcción ligada a la minería, impulsando una nueva transformación tecnológica y ese avance que necesita el rubro que se posiciona en el puesto 22 de un total de 25. Así que hay mucho por hacer.

Soy una agradecida de haber elegido estudiar esta carrera y haberla practicado hasta el día de hoy. El saber que implementar tecnologías, automatizar procesos y ahora transformar digitalmente empresas, es facilitarle la vida a muchas personas y hacer crecer las empresas, aportando al bien del país es algo que me llena de satisfacción, y me honra también el haber formado y trabajado con muchas personas que actualmente son grandes líderes en esta área.

Personalmente, esta carrera te enseña a siempre estar buscando soluciones, ser resiliente, innovar y ser práctico, pero sobre todo, en estar aprendiendo constantemente, porque la tecnología avanza todos los días a pasos acelerados. Por lo tanto, uno adopta como personalidad el ser flexible, estar dispuesto a mejorar cada día y las habilidades de relacionamiento, como la empatía por el contacto diario con los usuarios y entender sus problemas para facilitarles la gestión.

¿En qué proyectos te encuentras actualmente involucrada y cuáles son los objetivos que te has marcado conseguir con ellos?

Actualmente, estoy co-liderando el Proyecto de Transformación digital de mi empresa, dado que este cambio no es sólo tecnológico, sino que más bien cultural. El objetivo es posicionar a EMIN dentro de los referentes más innovadores del mercado de la construcción, ser más productivos y asegurar la sostenibilidad a largo plazo.

¿Qué se podría hacer para que el porcentaje de mujeres dentro de la industria tecnológica sea más elevado?

Fomentar el acercamiento tecnológico y brindar espacios de innovación desde pequeñas para que no sientan que este entorno es distante y frío, sino mostrarles los problemas que vivimos día a día y que ellas puedan empezar a proponer soluciones, incluso desde su propia experiencia y problemática diaria. Cuando identificamos y sensibilizamos con nuestros dolores, encontramos las oportunidades de solucionarlos.

En relación a la anterior pregunta, ¿qué puede estar fallando? ¿Faltan referentes, motivación para estudiar carreras STEM o la industria no es atractiva para las mujeres?

Siempre ha estado la imagen de que para trabajar en Tecnología uno debe estar pendiente de la contingencia, de los procesos nocturnos, del día a día, de los turnos y el solucionar las “caídas” o “downtime” a la mayor brevedad. Este nivel de trabajo obviamente no es motivante para nosotras, que estamos más enfocadas en nuestros hijos y la familia, y darles tiempo de calidad. Pero con el paso del tiempo esto ha ido cambiando, muchos servicios se han externalizado, las tecnologías han ido integrándose y escalando, por lo cual las funcionalidades que antes estaban distribuidas han ido integrándose, se ha aprendido de los errores y se han ido empaquetando soluciones. La automatización, los programas de monitoreo que alertan han permitido facilitar el rol del informático. Con excepción cuando hay proyectos que deben pasar a producción fuera de horario laboral.

Actualmente con el COVID, el gran acelerador tecnológico, sabemos que menos mujeres se han incorporado a estas carreras y ha sido por la dedicación que hemos tenido que colocar entre el equilibrio del cuidado de nuestros hijos, las labores del hogar y el trabajo. Definitivamente, la brecha que existía entre la igualdad de género en el mundo de las tecnologías aumentó.

Las empresas con un esquema híbrido de asistencia a la oficina o con teletrabajo debieran ir acortando nuevamente esta brecha. Pero también otorgarnos las mismas oportunidades de ascenso y de participación en roles de mayor liderazgo en el mundo de las tecnologías, porque es claro que en la disciplina, orden, optimizaciones de costos, la empatía y en ser prácticas, somos el complemento ideal para liderar equipos multidisciplinarios.

Respecto a las niñas, ¿cómo se podría fomentar el talento femenino dentro del área de las TIC desde edades tempranas?

Creando organizaciones colaborativas con empresas y fundaciones, junto a jardines y colegios. Primero para aportar con herramientas tecnológicas, y según las edades ir otorgando cursos, hacer eventos para resolver problemáticas de su diario vivir u otro tipo de desafíos dependiendo de la edad. Como en todo proceso de adopción, el incentivar y premiar cada iniciativa, y el aprendizaje, incorporando también a padres y tutores de cada menor es un plus para acelerar esta adopción.

Esto no es sólo motivar a las niñas, es además incorporar a su entorno familiar y la red escolar. Es transformar su entorno, mostrar las oportunidades y bondades tecnológicas a sus padres para que ellos sean también agentes de cambios e incentivar a sus hijas. El conocimiento y la motivación debe involucrarlos también a ellos.