Por Jake Madders, cofundador y director de Hyve Managed Hosting, con sede en Brighton, Reino Unido


Las facturas de la computación en la nube están alcanzando niveles sin precedentes. A medida que los centros de datos buscan compensar el reciente aumento en el precio de la energía, la inflación y la escasez de recursos críticos como los semiconductores, las facturas de computación en la nube corren el riesgo de salirse de control, especialmente para las empresas que intentan escalar.

Además de estos desafíos económicos que afectan los precios de los centros de datos, las empresas están sufriendo los costos ocultos de las soluciones de nube pública, en particular las que ofrecen los hyperscalers, mientras intentan administrar y escalar sus soluciones de nube.

El año pasado, el 82 por ciento de las empresas encuestadas consideraron los costos como su mayor obstáculo relacionado con la nube.

Incluso frente a estos desafíos, hay muchas maneras en que las empresas pueden gestionar los crecientes costos de la nube.

Los precios y complicaciones de la nube

Para ser claros, la nube es una solución eficaz para la mayoría de las empresas que operan en línea. Sin embargo, a veces resulta mucho más caro de lo que las empresas calcularon inicialmente.

Dado que muchas organizaciones carecen de la experiencia interna para administrar sus soluciones en la nube de manera efectiva, además de los desafíos asociados con el aumento de los costos de los centros de datos y la nube pública, se está volviendo difícil pronosticar y presupuestar con precisión. Como resultado, las empresas luchan por mantenerse al día con el panorama de la nube en constante cambio.

Por ejemplo, históricamente muchas empresas han dependido de soluciones de nube pública proporcionadas por hyperscalers como Microsoft Azure, AWS y Google Cloud Platform.

Originalmente percibida como la opción de nube más simple, muchos ahora están repatriando datos desde la nube pública debido a los múltiples costos ocultos en los que incurren, además de la tarifa base.

Tomemos como ejemplo el aprovisionamiento de recursos. Las empresas a menudo dejan sus servidores funcionando sin ningún trabajo porque les hicieron creer que habían comprado una solución autoconfigurable y sin mantenimiento. Este no es el caso. Llega la factura y se cobra a las empresas por dejar las luces encendidas en habitaciones vacías.

Otro ejemplo de los tipos de problemas comunes que enfrentan muchas empresas cuando trabajan con proveedores de nube pública es la tarifa nominal que se cobra por variables desconocidas, como operaciones de datos o "IOPS", ancho de banda, etc.

Aunque estas tarifas pueden parecer insignificantes al principio, la cantidad impredecible de transacciones cada mes puede resultar en una acumulación de dichos cargos, lo que en última instancia afecta el costo mensual. Y estos son sólo algunos de los varios costos ocultos de la nube pública que se suman a los crecientes costos de los centros de datos.

Pero, ¿qué pasaría si las empresas empezaran a gestionar ellos mismos sus recursos en la nube? Si bien puede parecer una buena opción, administrar y monitorear cualquier solución en la nube puede resultar complejo sin un departamento de TI cualificado. Sin mencionar que el costo de contratar o mantener dicho talento puede fácilmente superar los ahorros. También agrega un nivel de complejidad y costo a una solución elegida para simplificar procesos, reducir gastos y mejorar la eficiencia.

Estrategias para reducir los costos de la nube

Si bien es poco probable que los costos de la nube vuelvan a los mismos niveles que tenían antes de la pandemia (lo que contribuyó al aumento de costos debido a la alta demanda de servicios en la nube), todavía hay muchas maneras de reducir los costos y mejorar la eficiencia operativa. A continuación se muestran algunas opciones que las empresas pueden probar, independientemente de su configuración actual:

Expertos en la nube capacitados y conocedores

Para reducir los costos de la nube, las empresas deberían considerar equipar a su equipo de TI con profesionales que tengan experiencia trabajando con infraestructuras de nube y puedan ayudar a seleccionar los servicios adecuados, optimizar el uso y mitigar los riesgos.

Sin embargo, la escasez de trabajadores cualificados en TI/nube puede dificultar la búsqueda de candidatos adecuados como parte del proceso de contratación. La alternativa es buscar expertos externos que puedan administrar la infraestructura de la nube por usted y brindarle servicio al cliente las 24 horas, cuando y como lo necesite.

Buscar una facturación predecible

Ya sea que eso signifique renegociar su contrato actual o buscar uno nuevo, la facturación fija es una de las mejores formas de proteger a su empresa contra costos ocultos y factores externos como el aumento de los costos de energía. También mejora el control y la estabilidad presupuestaria.

Repensar la gestión de recursos

Específicamente, busque formas de asegurarse de no aprovisionar en exceso, dimensionar sus recursos incorrectamente o pagar por capacidad no utilizada. Tener una solución en la nube que se adapte a los requisitos específicos de una empresa puede ayudar a garantizar que se optimice el uso de los recursos, aumentando la rentabilidad para combatir el problema del aumento de los costos de TI.

Conclusión

La nube sigue siendo una herramienta empresarial invaluable, pero los crecientes costos de los centros de datos y las complejidades ocultas de los servicios de nube pública significan que las empresas ya no pueden darse el lujo de ser consumidores pasivos de las soluciones que ofrece el mercado de la nube.

Para maximizar los beneficios de las soluciones en la nube, las empresas hoy en día deben priorizar la colaboración con los profesionales de la nube, lo que se puede hacer internamente o subcontratando este segmento comercial a un equipo de expertos en la nube que puedan guiarlos a través de las complejidades y particularidades del mercado de la nube.