Tan diversas como las necesidades individuales de las empresas para la recogida, el tratamiento y la transferencia de datos, lo son ahora los tipos de centros de datos. Ya no existe un único tipo de centro de datos. Pero ¿qué abarca este término? ¿Y cómo se distinguen los distintos tipos entre sí? Estas son precisamente las preguntas que se abordarán en este documento, que se centrará en los diferentes tipos de centros de datos.

¿Cómo se distinguen los distintos tipos de centros de datos?

En principio, los distintos tipos de centros de datos pueden diferenciarse por dos factores. Primero, por la unidad espacial. En este caso, el espectro va desde un único rack de servidores, en el que se agrupan los recursos informáticos, pasando por una sala o planta, hasta un edificio independiente. El segundo factor se refiere a las unidades funcionales, que son esenciales para los servicios de computación, almacenamiento y transferencia y controlan los procesos subyacentes. En concreto, los equipos de TI.

Arquitecturas de centros de datos para PYMES

Armarios y centros de datos empresariales

La estructura y el equipamiento de un centro de datos se basan principalmente en las necesidades y aplicaciones que utiliza una empresa. Por ejemplo, las salas climatizadas de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) suelen contener unos pocos servidores instalados en armarios conocidos como racks. Un rack puede albergar varios servidores. Las opciones de expansión modular facilitan la ampliación del conjunto de servidores.

Las instalaciones más grandes se denominan centros de datos empresariales. Para ello, se instalan varias filas de racks en grandes salas. Por lo general, estas instalaciones se diseñan de forma redundante y se colocan en zonas de protección contra incendios separadas por razones de seguridad. La simple climatización no suele ser suficiente en este caso, por lo que a menudo se utilizan potentes sistemas de refrigeración para garantizar un buen funcionamiento.

De terceros: subcontratación de centros de datos

Colocaciones y alojamiento

Una variante de los centros de datos relativamente nueva, pero en rápido crecimiento, son las colocaciones. Este término describe el funcionamiento de un centro de datos en el edificio de un proveedor externo. Las colocaciones están especialmente diseñadas para satisfacer las necesidades de diferentes usuarios y ofrecen a las empresas la oportunidad de externalizar parte o la totalidad de sus propios equipos informáticos en un entorno de centro de datos de última generación. Para ello, el centro de datos de colocación pone a disposición de los usuarios un espacio propio en las salas existentes. Una opción son las llamadas "jaulas". Se trata de secciones especialmente protegidas en las que el inquilino instala su propio hardware. Otra opción es que el centro de datos esté equipado con varias filas de racks. Los usuarios pueden reservar racks o servidores individuales para sus propias aplicaciones. Dependiendo del proveedor, también se pueden utilizar servicios gestionados para el funcionamiento del centro de datos, además de las infraestructuras de edificios de última generación, como las que ofrece Rosenberger OSI.

Mientras que, en el caso de las colocaciones, el hardware lo proporciona el propio cliente, en el caso del alojamiento, los servidores virtuales o físicos pueden alquilarse. El equipo proporcionado, los programas y el software básico pertenecen al operador del centro de datos. También se encargan del mantenimiento de los equipos, de la seguridad y, por último, de las actualizaciones periódicas. Si es necesario, también se encargan de la administración de las soluciones utilizadas por un cliente del hoster. Los usuarios se conectan al centro de datos del proveedor de alojamiento a través de líneas alquiladas seguras o de Internet.

Muy estandarizados y altamente escalables

Centros de datos de hiperescala y en la nube

Los hiperescalares se sitúan en el segmento superior de las aplicaciones. Es el nombre que reciben los sistemas en los que varios miles de servidores están conectados en red (grid computing). Son casi infinitamente escalables, tienen una alta disponibilidad y ofrecen el máximo rendimiento, capacidad y redundancia. Para ello es necesario un alto grado de estandarización. Los hiperescalares más conocidos son los cuatro grandes ‘proveedores de nube’: Amazon, IBM, Microsoft y Google.

Los hiperescalares ofrecen a sus clientes infraestructura como servicio (IaaS) y se encargan de la administración completa de los sistemas por ellos. Al cooperar con varios hiperescalares, los usuarios evitan la dependencia de un único proveedor y su infraestructura. La cooperación con otros socios también ofrece la oportunidad de seleccionar exactamente los servicios en la nube que mejor se adaptan a las necesidades individuales. De este modo, los retos empresariales pueden superarse de forma rápida y rentable. En consecuencia, las empresas se vuelven más flexibles y eficientes.

Un estudio realizado por IDC Research España, Oracle y Evolutio en febrero de 2021 muestra que la nube se está abriendo paso cada vez más en las empresas europeas y ya está firmemente anclada. Según IDC Research España, más del 90% de las empresas europeas emplea servicios y plataformas multicloud.

Si hay una red de hiperescalares o incluso centros de datos más pequeños, se habla de un centro de datos en la nube. Los proveedores de este entorno suelen trabajar en estrecha colaboración para ofrecer una amplia gama y una cobertura sin fisuras.

Tipos de centros de datos especiales

Centro de datos de ‘borde’ y ‘convencional’ en una red

Además de los centros de datos tradicionales, están surgiendo cada vez más tipos especiales de centros de datos. Por ejemplo, debido al desarrollo dinámico del IoT, están surgiendo cada vez más centros de datos de ‘borde’ (edge). Se trata de un centro de datos clásico que una empresa explota en su sede con una infraestructura común. El procesamiento local de los datos se realiza ya en los puntos externos (edge) mediante los componentes que allí se utilizan. Un ejemplo de ello son las mediciones de los sensores, como las que se utilizan en una ciudad inteligente para el tráfico rodado. Los datos preprocesados allí se transmiten luego al centro de datos de nivel superior. Los breves tiempos de ejecución de las señales permiten las aplicaciones en tiempo real.

Los superordenadores como campeones de rendimiento entre los centros de datos

Los superordenadores son otro tipo especial. Estos centros de datos de alto rendimiento se caracterizan por un rendimiento extremadamente alto y, desde el punto de vista técnico, funcionan al máximo nivel de rendimiento posible. Su capacidad de procesamiento, especialmente la velocidad de cálculo, es muchas veces superior a la que ofrece el ordenador normal más rápido. Las aplicaciones típicas son la previsión meteorológica o el procesamiento de proyectos muy complejos o con gran cantidad de datos dentro de la ciencia y la investigación. Los superordenadores más potentes del mundo se incluyen en una lista TOP500 y se comparan entre sí.

Contenedor: Soluciones flexibles para centros de datos

Dentro de los tipos de centros de datos especiales, las soluciones de contenedores son las últimas en ser nombradas. Están formadas por uno o varios módulos que ya están equipados con todos los componentes necesarios para el funcionamiento del centro de datos. De este modo, los centros de datos pueden instalarse rápidamente en varios lugares sin gran esfuerzo. Los contenedores también permiten ampliar las estructuras existentes sin dificultad. Pueden hacerse cargo de las operaciones habituales o utilizarse como solución ‘edge’. Su uso aumenta la flexibilidad informática y optimiza los costes.