Por Jon Lucas, codirector de Hyve Managed Hosting


La migración a la nube es un proceso complejo y no es de extrañar que existan numerosos mitos y conceptos erróneos en torno a ella.

Muchas empresas ya han dado el salto a las soluciones basadas en la nube, pero para aquellas que aún están considerando sus opciones, navegar por la gran cantidad de información sobre la migración a la nube, incluida la desinformación, puede resultar abrumador. Incluso para quienes ya han comenzado su proceso de migración y ahora buscan optimizar su entorno de nube, el proceso puede resultar abrumador.

Por lo tanto, desacreditaremos los tres mitos más comunes sobre la migración a la nube y, en su lugar, brindaremos un esquema paso a paso de cómo podría ser una estrategia de migración exitosa.

1: Una solución universal de migración a la nube

Lamentablemente, no existe una solución universal de migración a la nube que se adapte a todas las empresas, independientemente de su tamaño, estructura, operación e industria. Un enfoque único probablemente genere una operación innecesariamente costosa e ineficiente, especialmente si se consideran las limitaciones de ciertas ofertas de la nube.

Las empresas son diferentes y muchos factores, desde los presupuestos hasta la infraestructura existente (como servidores locales y máquinas virtuales) y la complejidad de las aplicaciones, afectarán significativamente la elección del modelo de nube óptimo.

A pesar de su gran popularidad, la nube pública no puede ser una solución única para todas las empresas. Depender únicamente de ella puede generar inconvenientes, como un control limitado sobre la infraestructura subyacente, problemas de rendimiento para determinadas situaciones y operaciones, así como costos imprevistos. También plantea desafíos a la hora de satisfacer necesidades específicas de seguridad en torno a los datos y el cumplimiento normativo, ya que la nube pública es exactamente eso: pública.

En resumen, una variedad de desafíos requiere una variedad de soluciones, lo que implica migrar a modelos alternativos, como soluciones de nube privada, híbrida y administrada.

Por lo tanto, no es de extrañar que el enfoque híbrido, que combina las fortalezas de las nubes públicas y privadas, sea un modelo que actualmente está experimentando un crecimiento activo. Una estrategia híbrida permite a las empresas aprovechar el control y la seguridad del modelo privado sin perder la escalabilidad y la rentabilidad de la nube pública para cargas de trabajo no críticas. Además, un enfoque híbrido significa que evitas sumergirte profundamente en el ecosistema de un solo proveedor, lo que a veces puede impedirte elegir las mejores herramientas y servicios del mercado para tus necesidades.

Al final, se trata de elegir las soluciones que mejor se adapten a la lista de necesidades a corto y largo plazo de la empresa. Comience por definir las necesidades de su empresa y cómo se adaptan a las fortalezas y debilidades de cada solución en la nube, y siga a partir de ahí.

2: La migración a la nube debe realizarse lo antes posible

Las empresas temen la idea de quedarse estancadas en el limbo cuando planifican la migración a la nube, y con razón. Pero eso no significa que apresurar el proceso sea la solución.

La planificación es fundamental. Priorizar la velocidad durante una migración a la nube sin la estrategia y la ejecución adecuadas puede derivar fácilmente en vulnerabilidades de seguridad, problemas de compatibilidad y mayores costos. Las configuraciones incorrectas, por ejemplo, son brechas de seguridad que pueden ser difíciles de detectar y dar lugar a violaciones de datos. Además, los problemas de compatibilidad entre los sistemas existentes y el nuevo entorno de nube pueden ser un problema costoso y que requiere mucho tiempo para solucionarse.

Un enfoque por fases es una buena forma de evitar estos problemas. No solo es una buena forma de dividir el proceso en partes manejables, sino que también es más sencillo y seguro a largo plazo.

3: La seguridad es responsabilidad del proveedor de la nube

La seguridad en la nube es una responsabilidad compartida y los proveedores de servicios en la nube realizan inversiones significativas para proteger su infraestructura. Sin embargo, la responsabilidad de proteger los datos confidenciales recae en la empresa que realiza la migración.

Las empresas deben ser conscientes de ello y gestionar y controlar activamente su seguridad durante la mudanza mediante la implementación de medidas como el cifrado de datos, los controles de acceso y la supervisión de amenazas. Una vez más, esto debe planificarse de antemano y realizarse en etapas.

Si bien existen más mitos y conceptos erróneos, conocer la verdad detrás de estos tres es la base de una mudanza exitosa.

Ahora, exploremos algunos pasos prácticos de la migración a la nube.

Un enfoque estructurado

El primer paso en la migración a la nube es dar un paso atrás y evaluar la infraestructura, las aplicaciones y los datos existentes. Una vez que sepa lo que tiene, puede comenzar a definir sus objetivos para determinar el alcance y la dirección de su migración. Con una descripción general y los objetivos establecidos, es hora de decidir un enfoque. Aquí hay varias opciones, como:

  • Elevar y cambiar: un “elevamiento y cambio” es el enfoque más rápido y sencillo, ya que esencialmente mueve el código de su aplicación existente a su nueva ubicación sin realizar muchos cambios (o ninguno).
  • Refactorización: implica modificar el código de la aplicación para adaptarlo al nuevo entorno.
  • Reestructuración de la plataforma: esto significa reconstruir la aplicación desde cero para adaptarla a su nuevo destino. Es la opción que consume más recursos y tiempo de las tres, pero también puede generar beneficios en términos de eficiencia a largo plazo.

El mejor enfoque dependerá de las necesidades de la empresa y de la complejidad de sus proyectos y aplicaciones. Después de crear una estrategia de migración a la nube, investigue un poco sobre los proveedores de servicios en la nube y los proveedores de servicios en la nube administrados. Analice qué servicios ofrecen, cuánto cuestan, sus características de seguridad, los beneficios de los servicios no administrados frente a los administrados y en qué medida se adaptan a sus necesidades específicas, su presupuesto y sus requisitos de seguridad.

Una vez que haya elegido un proveedor, es hora de trasladar sus datos y aplicaciones a la nube. Para minimizar las interrupciones y garantizar una transición sin problemas, hágalo en etapas con planes de prueba y recuperación adecuados.

El último paso para garantizar una transición fluida en toda la organización es preparar a la fuerza laboral. Esto implica educar a los líderes ejecutivos y otras partes interesadas sobre el proceso, los desafíos potenciales y los beneficios esperados. Esto fomenta la aceptación desde arriba hacia abajo. Además, capacitar a los empleados sobre las nuevas herramientas y procesos basados ​​en la nube es esencial para una adopción fluida. No olvide ofrecer apoyo y recursos constantes para abordar cualquier desafío y garantizar que los empleados se sientan cómodos y competentes en el nuevo sistema.

Vale la pena señalar que pocas migraciones a la nube son definitivas. Si bien la mayor parte de la migración puede estar completa, deberá monitorear y ajustar su entorno de nube con el tiempo. Esto puede implicar modificar la forma en que se distribuyen los recursos o explorar nuevos servicios de nube que puedan mejorar sus operaciones y mantener los costos bajo control.

Pensamientos finales

Al desmitificar mitos y conceptos erróneos comunes, adoptar un enfoque estructurado y centrarse en las consideraciones clave, las organizaciones pueden embarcarse en un proceso exitoso de migración a la nube. Esto allana el camino para lograr una mayor eficiencia, flexibilidad y agilidad para escalar y crecer.

Dado que Gartner predice que la nube será una parte fundamental de los negocios en 2028, esto podría ser una llamada de atención para que las organizaciones que aún no están en la nube comiencen a planificar su migración ahora, en 2024.