La criticidad del negocio digital está llevando a los CIO y CISO a analizar con mucho cuidado dónde invertir en 2024. El objetivo es sostener una economía que, cada vez más, depende de procesos, aplicaciones y redes distribuidas para crecer. En este contexto, obtener una visión predictiva del conjunto permite a los líderes de TI identificar posibles puntos de falla con anticipación y actuar para corregir estos problemas. Algunos puntos merecen atención:

El papel de TI en la alineación con ESG

Las empresas están cada vez más sujetas a auditorías e informes ESG; por lo tanto, deben poder responder a la pregunta: ¿cuál es el coste medioambiental de cada proceso empresarial? Los líderes querrán saber cómo adoptar una visión más forense de sus sistemas para lograr un equilibrio entre rendimiento y poder funcional. El seguimiento puede ser de gran ayuda para responder estas preguntas. Puede ayudar a las organizaciones a comprender exactamente qué recursos se consumen, qué beneficios se brindan y áreas de posible reducción.

Esta transparencia es fundamental a la hora de elaborar los informes de cumplimiento del modelo ESG que demandan los inversores.

Amenazas cibernéticas: Zero Trust exige seguimiento

El próximo año, probablemente veremos un aumento en la escala y la sofisticación de los ciberataques. ¿Qué significa esto para las redes de TI? Para implementar una estrategia de confianza cero, es necesario asegurarse de que los productos que implemente estén operativos y funcionen bien. Según Gartner, para 2025, al menos el 70% de las nuevas implementaciones de acceso remoto dependerán de los servicios ZTNA. Según estimaciones del Mercados y Mercados, se espera que para 2027, las empresas globales inviertan hasta 60 mil millones de dólares al año en ZTNA. Sin embargo, cabe destacar que es importante extender la actitud de confianza cero a los productos de ciberseguridad implementados. Ya no basta con que los administradores de TI implementen software y confíen en él. Los panoramas son cada vez más complejos y los líderes necesitarán formas de obtener una visión integral de su infraestructura heredada, sus sistemas en la nube y su entorno OT. Una mayor visibilidad será esencial para tener tranquilidad de conciencia en un entorno cada vez más impredecible. Es por eso que las herramientas de seguridad, incluidas las soluciones Zero Trust Network Access, deben probarse y comprobarse.

Observabilidad: cruce de datos entre sistemas previamente aislados

El año que viene, entraremos en un territorio inexplorado a medida que las empresas busquen ampliar sus capacidades comerciales con "observabilidad". La observabilidad puede aumentar las capacidades de monitoreo predictivo existentes al permitir a los gerentes comprender con mayor profundidad las conexiones entre sus sistemas. El monitoreo nos permite observar áreas potenciales donde podrían ocurrir problemas comunes, pero la observabilidad mira hacia lo desconocido. Esto explica por qué, según un estudio de Gartner 2021: Para 2024, el 30% de las empresas que utilizan arquitecturas de aplicaciones distribuidas habrán implementado soluciones de observabilidad. En 2020 esta marca era del 10%. La tendencia es corroborada por el informe. 2022 Observability Forecast, estudio construido en 2022 a partir de entrevistas a 1614 profesionales de todo el mundo. Los líderes que combinan la observabilidad con su proceso de desarrollo pueden hacer que las aplicaciones y API estén disponibles más rápidamente, con menos problemas y con menos tiempo de inactividad. Según el estudio Estado de observabilidad 2022 de Splunk, el 41% de las organizaciones pueden identificar problemas en aplicaciones desarrolladas internamente en cuestión de minutos. Esto conduce a una mejora del 37% en el tiempo medio de detección o descubrimiento de MTTD. Una empresa centrada en TI es una empresa innovadora que puede adaptarse a las necesidades cambiantes de los clientes. La transparencia que aporta la observabilidad será un diferenciador competitivo esencial.

La nube no existe sin una infraestructura TI física

La computación en la nube es una realidad en Brasil. La Encuesta Anual del Centro de Tecnologías de la Información Aplicadas de la Fundación Getúlio Vargas (FGVcia) reporta que, en el primer semestre de 2023, más del 90% de las organizaciones encuestadas dijeron que tendrían al menos una carga de trabajo en la nube. Sin embargo, un grupo más pequeño, el 42%, procesa datos masivamente en instancias de nube pública. El promedio estadounidense es del 52%. En este contexto, una mejor visibilidad y mayores niveles de control sobre las infraestructuras de TI serán cada vez más importantes. Esto es fundamental para monitorear un número creciente de nubes. La personalización también se convertirá en esencial en los próximos meses a medida que aumente la velocidad a la que cambian las cosas. En este contexto, no se puede subestimar la importancia de la infraestructura física de TI. Nos conectamos a la nube mediante cable y caja; Por lo tanto, pasar a la nube hace que la infraestructura física sea aún más estratégica de lo que solía ser. Sin él, no se puede hacer nada. No basta con analizar los sistemas de TI y sus componentes de forma aislada. También es necesario observar los aspectos físicos del entorno de TI. En 2024, es fundamental no olvidar la capa de infraestructura: todo se origina allí.

En todos estos ámbitos, el objetivo es evitar la “huida a ciegas” que el uso cada vez más intensivo de las tecnologías digitales puede imponer a los directivos. Y, con ello, aumentar la madurez de la economía digital brasileña en 2024.


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