La transformación de las organizaciones ha dado lugar a un modelo basado en servicios, en el que casi todo en la empresa puede gestionarse como tal. Hoy se trabaja en un modelo de “todo como servicio” y la gestión de la infraestructura que almacena y conecta los datos se percibe ya también como un servicio y no como un activo.

Las empresas que enfocan así su gestión requieren para ello centros de datos orientados a servicios, flexibles, eficientes y altamente disponibles. Los centros de datos corporativos enfrentan actualmente situaciones complejas de resolver, causadas principalmente por falta de espacio o consumos elevados de energía. Inevitablemente, estas situaciones producen costes superiores a los presupuestados, menor productividad, o un servicio al cliente que no alcanza la excelencia requerida en la actualidad.

En empresas con centros de datos propios suele ocurrir que no se diferencian los dos elementos que lo conforman:

  • por un lado, los sistemas IT y plataformas para computación;
  • por otro, la infraestructura de facilities (sistemas eléctricos, refrigeración, monitorización, cableados, etc.) que da soporte a esos sistemas IT.

Desde el punto de vista del centro de datos, muchas veces no son los sistemas sino las infraestructuras que soportan los sistemas IT (espacio técnico, capacidad de refrigeración o alimentación eléctrica) las que impiden la flexibilidad requerida por el negocio.

Construir un centro de datos, un reto cada vez más complejo

Para que las tres premisas de flexibilidad, eficiencia y disponibilidad sean una realidad en el centro de datos habrá que transformar esa infraestructura y adaptarla a las necesidades de los sistemas que alojarán, de modo que el centro de datos en su conjunto esté orientado y diseñado a servicio.

La estructura de costes de un centro de datos se ha transformado radicalmente en los últimos años. A pesar de que el coste por CPU ha disminuido considerablemente, el de construcción ha aumentado varias veces debido principalmente a crecientes exigencias del hardware. Mayor requerimiento de potencia eléctrica y de recursos de refrigeración han disparado los costes de inversión, de mantenimiento de instalaciones y de consumo eléctrico.

Por otra parte, en los centros de datos de las empresas no es fácil lograr eficiencias energéticas comparables a las de los data centers especializados que además apuestan de manera decidida por las energías renovables para reducir la huella de carbono. Un centro de datos energéticamente eficiente implica contar con suministro de energía renovable y con el desarrollo de diversas estrategias en la gestión: desde los sistemas de alimentación eléctrica y de climatización a la adquisición de equipos de bajo consumo y la formación continua del personal.

Los datos siempre accesibles

Las arquitecturas de gestión de información de las corporaciones deben garantizar el acceso rápido y seguro a los datos, independientemente no sólo del lugar donde se encuentren sino de la plataforma física (hardware) y lógica (software) que los alberga. Hoy en día se requiere tomar decisiones en tiempo real basándose en datos, y al mismo tiempo cada vez se requiere más información para evaluar situaciones o riesgos.

Estos dos años de pandemia han desarrollado en forma acelerada el crecimiento del teletrabajo, del comercio electrónico, la educación online o el consumo de contenido digital. La conectividad se ha puesto a prueba y en muchos casos ha requerido soluciones alternativas para aumentar la disponibilidad, disminuir la latencia o aumentar el rendimiento de las conexiones.

Adaptarse a estos nuevos requerimientos y convertirse en una empresa hiperconectada ha sido un desafío para los CIO.

Un nodo de conectividad para llegar a cada usuario y en cualquier geografía

Las estrategias multicloud de las corporaciones han estado conviviendo con aplicaciones legacy en un entorno que presenta barreras para que los datos fluyan sin trabas y en el que hay cada vez más usuarios y dispositivos que necesitan conectarse. Las plataformas en la nube ofrecen soluciones eficientes, pero requieren más velocidad en las conexiones.

No ha sido fácil adaptar las redes a estos nuevos requerimientos que traen consigo además riesgos de seguridad. Las complejidades para implementar soluciones a ritmo acelerado y las instancias de mayor ancho de banda y rendimiento han puesto a prueba a los departamentos TI frente a las necesidades de negocio.

Una solución a estas dificultades ha sido la creación de nodos de red en centros de datos especializados. Estos nodos disminuyen la latencia entre datos, aplicaciones y usuarios en entornos híbridos que utilizan recursos on premise y en la nube. Los centros de datos especializados concentran hoy a los proveedores de red y de contenido, y proporcionan además accesos directos a las principales plataformas cloud como Azure, AWS, Google y a puntos neutros como ESpanix y DE-CIX. En un solo lugar se reúnen todos los servicios requeridos hoy por las empresas, para agilizar y simplificar la arquitectura de red y el acceso a los datos en tiempo real.

Los servicios de colocation en centros de datos hiperconectados resultan una opción con muchas ventajas a la hora de evaluar si mantener o no un centro de datos propio. Convierten un activo de coste elevado y escasa flexibilidad en un servicio escalable, con precio por uso y con conexiones cloud seguras, redundadas y de baja latencia. Se beneficia además de ganar en sostenibilidad y de contar con la especialización del proveedor, liberando recursos propios de IT para concentrarse en tareas de mayor valor para el negocio.


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