Cuando tenía 16 años, la clave del futuro profesional ya era la informática, aplicada a todos los campos. Solo que entonces ésta se resumía básicamente (y nunca mejor dicho) al lenguaje de programación BASIC.

Se trataba de rellenar filas y filas de tediosas órdenes para conseguir programar una agenda: esa era la aplicación top de los cursos, si lo conseguías te convertías automáticamente en un “master BASIC”. Huelga decir que (afortunadamente) nunca más he tenido que volver a ver o programar con ese lenguaje. Porque a partir de entonces comenzaron a aparecer esos amigables interfaces que te permitían hacerlo todo a golpe de ratón. Y se empezó a hablar de usabilidad, experiencia de usuario… En fin, que se empezó a trabajar en el software, porque ahí estaba la clave de todo.

Hoy en día esto es aún más cierto si cabe, y por eso IBM se está volcando en su elemental “querido Watson”, y por eso las compañías como VMware van viento en popa.

VMware y el fin de la TI tradicional

La creación de un espacio de trabajo digital, la modernización del data center y la adopción del cloud son los pilares en los que la firma de virtualización por excelencia está centrando sus esfuerzos. Con ellos comenzó la revolución del software, cuando la capacidad de procesamiento se empezó a medir en máquinas virtuales. Después acuñaron el Software Defined Data Center, y en este proceso se encuentran todavía inmersos.

Queda mucho negocio todavía en este ámbito. Se habla del cloud desde hace mucho tiempo, pero no hace tanto que se empezó a implantar. Lo cierto es que el 73% de las cargas de TI todavía se encuentran en sistemas tradicionales, mientras que tan solo el 12% está en cloud privado y el 15% en cloud público (según datos de 2016). Para 2030, sólo el 19% de las cargas estará en TI tradicional, mientras que el 30% será cloud privada y el 50% cloud pública. Esa es la brecha que aún hay que salvar.

Según María José Talavera, directora general para Iberia en VMware, el papel de su empresa es ayudar al cliente en ese viaje de modernización y de migración a las nubes pública y privada, aplicando tecnología de virtualización, pero no solo a la computación, sino a las otras áreas del data center, a la gestión y al almacenamiento.

Por este motivo una de las grandes apuestas de la compañía es VCloud Foundation, para facilitar un despliegue rápido en un entorno cloud, con la ayuda de más de 2000 partners en España.

En cuanto a la nube pública, a través de un acuerdo con IBM, vCloud permite hacer transferencia de cargas de entrada y salida a golpe de ratón entre data centers. Con AWS también se ha llegado a este acuerdo en EEUU y en Europa se hará efectivo a principios de 2018, y poco a poco se irá extendiendo al resto del mundo. La regulación y la seguridad es lo que hace pensar que no todo se llevará la cloud pública, por lo que debe haber garantías de vuelta atrás.

En cuanto a la seguridad, NSX y la microsegmentación de redes ha sido clave para el éxito de la compañía en el último año. Junto con Airwatch, Vmware ha logrado securizar todo el camino desde el data center al dispositivo. Según Talavera, el perímetro ya no es el data center, puesto que ahora se permite un espacio de trabajo mucho mayor que llega hasta el dispositivo.

El último paso que marcará el trabajo de la compañía en 2018 comienza con la adquisición de Velocloud, una firma que permite la virtualización de las comunicaciones en el data center, pero también fuera de él. Velocloud permite integrar las políticas de datos en toda la red, de modo que pase por donde pase el dato se garantiza la seguridad.

Esto, junto con el acuerdo con AWS en EMEA y la alianza con Google en torno a Kubernetes son las claves que van a dar a VMware el crecimiento en el próximo año.

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Caixabank

EJIE y Caixabank

Según María José Talavera, España ha tenido unos resultados espectaculares para la compañía, por encima del doble dígito de media que VMware ha experimentado a nivel mundial. Dos de los clientes más destacados este año han sido EJIE y Caixabank. Según la directora general de VMware, la integración llevada a cabo en el Gobierno Vasco convierten a esta administración en una de las más punteras en relación con el cloud y el espacio de trabajo digital. Los usuarios de la sanidad pueden, por ejemplo, acceder a los dispositivos con diferentes perfiles profesionales.

Caixabank es otra referencia destacable. Según Talavera, en cinco meses consiguieron poner en marcha un proyecto de la mano de Accenture. Atendiendo a los hechos, el valor de Openstack para clientes corporativos como los bancos se desinfla. Todavía en ejecución, la compañía ya ha firmado un proyecto con Banco Santander, que en cuatro años no había conseguido nada operativo con OpenStack y ahora en febrero espera disponer de una plataforma operativa con VMware.