Las políticas climáticas y energéticas de la UE han fijado para 2030 que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse al menos un 40% en toda la UE en comparación con 1990. El hecho es que "Internet" consume una enorme cantidad de electricidad y contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por ello, iniciativas como el "European Green Deal" pretende convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro. La transformación verde y la digital deben ir de la mano. El documento de la Comisión Europea "Shaping Europe's Digital Future" estipula explícitamente que los centros de datos deben ser climáticamente neutros ya en 2030. Sin embargo, eso está muy lejos de la realidad, ya que algunos estudios revelan que la infraestructura web es responsable de tantas emisiones como la aviación mundial.

Los principales responsables son los servidores y los centros de datos, ya que cada vez se necesitan más para satisfacer la creciente demanda de potencia informática. Los centros de datos son los que más energía consumen en el mundo. El aumento del tráfico de datos y la mayor necesidad de capacidad de computación y almacenamiento están siendo impulsados principalmente por el enorme crecimiento y la demanda de servicios de streaming online, la tecnología 5G, las innovaciones del IoT, la creciente automatización, las infraestructuras Cloud.

En plena era de revolución digital, los datos alimentan la economía mundial y los centros de datos son los nuevos motores de combustión. Se calcula que los centros de datos consumirán aproximadamente el 20% del suministro eléctrico mundial dentro de cuatro años. La demanda de potencia informática se ha multiplicado por diez desde 2014. Se prevé que el tráfico de datos aumente en la misma magnitud en los próximos tres años.

Solo el año pasado, nuestro tráfico en IONOS casi se duplicó con respecto a 2019 como consecuencia de la pandemia. En lo que respecta a la red, este crecimiento suele poder gestionarse con relativa rapidez mediante la creación de puertos de red adicionales. Aceleramos nuestro ancho de banda externo a 1500 gigabits por segundo en 2020, y este año veremos cómo continúa esa expansión. Además, las modernas plataformas en la nube son básicamente infinitamente escalables.

Auge de las criptomonedas

Según el Índice de Consumo Eléctrico de Bitcoin de Cambridge, la minería de Bitcoin consume aproximadamente 119,87 teravatios hora de electricidad al año. Esto equivale aproximadamente al consumo de electricidad de Argentina, Pakistán o Noruega. Por ello, el Frankfurter Allgemeine Zeitung se refirió recientemente a Bitcoin como "la moneda contaminante número uno".

Según sus propios informes, tres cuartas partes de los centros de datos ya utilizan energías renovables. Sin embargo, en China y Asia Central, las reservas de energía generadas por la energía eólica y la hidroeléctrica no son suficientes para garantizar la producción de bitcoins. El ejemplo de Bitcoin demuestra cómo puede aumentar masivamente la necesidad de potencia de cálculo en un espacio de tiempo increíblemente corto y, al mismo tiempo, sirve como recordatorio de la urgencia de realizar esfuerzos serios para avanzar hacia una TI y unos centros de datos sostenibles.

Pero no solo hablamos de blockchain, el IoT, la automatización y el 5G influirán enormemente en el destino de la economía mundial en los próximos años. Los volúmenes y flujos de datos se dispararán. Ciudades como Ámsterdam ya se resisten a la creación de nuevos centros de datos porque suponen una carga para la red eléctrica local y requieren mucha refrigeración y energía. Por tanto, el futuro no pasa por construir más servidores, se trata más bien de utilizar el crecimiento de la demanda como motor de innovación para idear soluciones inteligentes: hay que optimizar los centros de datos existentes, mejorar la utilización de los servidores y utilizar las tecnologías de refrigeración de forma más eficiente desde el punto de vista energético.

El aumento de la eficiencia y la reducción de los costes redundan, por supuesto, en beneficio de los operadores de los centros de datos. La TI sostenible y la idea de los centros de datos sostenibles también están ganando impulso debido a un cambio de comportamiento entre los grandes inversores institucionales. Tanto ellos como los clientes insisten cada vez más en la sostenibilidad, así como en la responsabilidad digital y social de las empresas. Ya no se pueden ignorar los llamamientos a la digitalización responsable, y la presión que se ejerce sobre los operadores es cada vez mayor.

Algunas soluciones para los centros de datos sostenibles

En el camino hacia los centros de datos neutros desde el punto de vista climático hay una gran variedad de problemas que hay que resolver. Por eso, no es posible una solución única, sino que hay muchos enfoques y desarrollos diferentes que podrían resolver uno o varios de estos problemas. La transición hacia una TI y centros de datos sostenibles requiere un cambio de mentalidad y un mayor desarrollo a gran escala, especialmente en áreas como los sistemas y tecnología de refrigeración, la gestión de la infraestructura del centro de datos (DCIM), consolidación y condensación de los centros de datos o la neutralidad climática en la producción de energía.


Por Stefan Mink, responsable del funcionamiento de los centros de datos de IONOS en Europa y Estados Unidos