Interoute ha realizado recientemente una reorganización de su estructura regional, que le ha llevado a crear la región de la zona Mediterránea. ¿Por qué decidieron tomar esta decisión?

Desde el comienzo del año, en Interoute hemos decidido crear una nueva región, compuesta por España, Italia, el centro y este de Europa, y también Oriente Medio y África, porque realmente creemos que esta región está siendo cada vez más estratégica para Europa.

En este momento, dentro de la nueva región Mediterránea, España es el país más importante.  Lo que está ocurriendo ahora en España está pasando en cierto modo desapercibido, está teniendo lugar una especie de revolución de la que la gente no es consciente.

 

¿Por qué considera que España es el país más importante en esta estrategia?

España es para nosotros la puerta que mira a Estados Unidos y a Latinoamérica. Por primera vez va a llegar a Europa un nuevo cable submarino que procede de Estados Unidos y que no toca las rutas clásicas (como pueden ser Reino Unido y Holanda), sino que llega a España, a Bilbao concretamente. Y este cable, llamado Marea, no está siendo construido por los operadores de telecomunicaciones tradicionales, sino por Facebook y Microsoft, en colaboración con Telefónica. Esta infraestructura tiene una capacidad de 160 terabits por segundo, una cifra enorme en comparación con los cables que existían hasta ahora.

De este modo, España está asumiendo un nuevo papel como punto de conexión entre lo que está ocurriendo en Estados Unidos, pero también en Latinoamérica, Europa y África.

 

Indica que España es también un nexo con África. ¿Qué razones existen para que esté ocurriendo así?

África es un continente con 1.200 millones de habitantes. En algunos países, como Nigeria o Sudáfrica, la demanda de datos y aplicaciones está creciendo, y están requiriendo contenidos que son producidos en Europa, Estados Unidos o China. Del mismo modo, próximamente estos países empezarán a producir contenido (aplicaciones, websites, blogs, etc.), por lo que en el futuro habrá un tráfico de vuelta de África a Europa.

Todos esos contenidos deben estar almacenados en centros de datos y África no tiene todavía la infraestructura necesaria. Por su estabilidad política, los proveedores de telecomunicaciones y de contenido preferirán ubicar sus infraestructuras en Europa en lugar de en África. Pero los data centers deberán estar lo más cerca posible del destino, y eso vuelve a poner la mirada en países como España e Italia, porque incluso Francia, que históricamente tenía un papel importante, queda muy lejos.

La parte sur de Europa se está convirtiendo en un hub de comunicaciones entre Estados Unidos, Europa y Extremo Oriente, y también hacia África.

 

¿Qué consecuencias tendrá este rol de España como punto de conexión?

Todos los datos que procederán de los nuevos cables y nuevos mercados deben ser almacenados, así que España se convertirá en un país de tránsito pero también en un país de almacenamiento.

España va a asumir el papel que otros países históricamente tuvieron en Europa para el mercado de telecomunicaciones. De hecho ya está desempeñando ese rol, porque es algo que está ocurriendo ahora mismo. El cable Marea no está todavía funcionando, pero es cuestión de meses. Y hay otros proyectos, todavía no terminados, para conectar España con Latinoamérica, con Brasil en particular.

 

Todo ello, en definitiva, ¿supondrá más capacidad de data center en España?

Así es, porque todos estos datos que están llegando tienen que estar almacenados en algún lado. Un cable submarino de gran capacidad sin un data center es inútil, y ocurre lo mismo al contrario: no tiene sentido un centro de datos si no tienes la posibilidad de poner todos los contenidos alojados y disponibles para el resto del mundo.

 

¿Dónde se incrementará la oferta de centros de datos?

Madrid definitivamente tendrá uno de los roles más importantes, junto con Bilbao, Valencia y Barcelona.

Los data centers existentes incrementarán su espacio para alojar nuevas máquinas. De hecho, estamos viendo ya la tendencia: Interoute está vendiendo mucho en Madrid y todas las salas de ese data center están bastante llenas. De ese modo, tarde o temprano, todos los proveedores de centros de datos tendrán que incrementar sus metros cuadrados.

No creemos que vayan a entrar nuevos jugadores en este mercado, puesto que ya es bastante competitivo y en Europa estamos viendo una consolidación y optimización de la oferta.

 

En el caso de Interoute, ¿tienen previsto ampliar su capacidad de data center en España a corto plazo?

No somos el tipo de compañía que invierte sin tener el conocimiento necesario, sino que nuestra estrategia se basa en dar pequeños pasos en los momentos en los que se necesita. Por eso seguimos aquí después de 18 años.

En el momento en que nuestros data centers alcanzan más o menos el 70% de la capacidad es cuando empezamos a construir una nueva sala o instalación. Después de tanto tiempo en el mercado, sabemos bien cómo hacerlo y somos rápidos: en menos de un año podemos construir un centro de datos desde cero.

Por ahora, el data center de Madrid no está completo, tenemos espacio todavía para seguir creciendo.

 

¿Cuándo cree que podrían necesitar más espacio de data center en Madrid?

Teniendo en cuenta que el cable Marea estará listo a finales de año, los datos empezarán a llegar a principios de 2018, por lo que a lo largo del próximo año habrá que pensar en una nueva instalación. Si todo sigue su ritmo, podríamos tener nuevo data center para 2019. Pero eso nos exige ser buenos, porque si no lo somos, habrá alguien más que asumirá la demanda.