Uno de los pilares más fuertes de la Era Cognitiva es la capacidad de analizar información proveniente de distintas fuentes. En mi opinión, la fuente que más se explotará en estos próximos años serán los dispositivos.

En los últimos 50 años, los seres humanos viven en un mundo de IoT: desde los logs convencionales que generan nuestros ordenadores hasta los nanodispositivos capaces de explorar las capacidades tecnológicas más avanzadas y cambiar el mundo a nuestro alrededor. Sin embargo, la Era Cognitiva es muy limitada si no tiene la capacidad de interactuar o de integrarse. Una buena analogía, por ejemplo, es la extinción del hombre Neanderthal, que acabó siendo diezmado por el hombre moderno ya que este no podía comunicarse. Por mayor que sea la fuerza o inteligencia de un individuo, si él no tiene la capacidad de comunicarse, está destinado a la extinción. Es por eso que en este mundo cognitivo, cada vez más necesitamos pensar en una estrategia de comunicación eficiente, segura, escalable y resiliente.

Un modelo exitoso es la comunicación de ‘Punta a Punta’ (Peer to Peer, en inglés, también conocida como P2P). En este modelo, no existe un gestor centralizado de mensajes o de control de la información. Sus características clave son:

  • Cifrado y descentralización;
  • Baja latencia y garantía de entrega;
  • Capacidad de almacenamiento y envío de mensajes a cualquier destinatario conectado.

Cada destinatario publica su ubicación en formato de dirección (hashname), el cual se registra entre todos los participantes de la red. Así se consigue enviar y recibir información. Un participante puede ser desde un sistema de base de datos que genera información compartida hasta un proceso, un dispositivo (sensor) o un algoritmo. El hecho es que en una red de comercio, ese participante ofreció un valor añadido para que otro participante consuma. Los compartimientos distribuidos de software y las actualizaciones de firmware permiten que los participantes puedan intercambiar grandes volúmenes de datos.

Bit Torrent es un famoso ejemplo de compartir archivos en un entorno P2P. Sin embargo, debido a la falta de estructuras para garantizar la seguridad, la estabilidad y la gestión, acaba siendo inviable para la adopción corporativa fuera de los dominios seguros.

Además de la comunicación P2P, una función básica necesaria para la descentralización es una total autonomía de cada participante (peer). Incluso porque el mundo de IoT (log, sensores, datos provenientes de máquinas y dispositivos), las soluciones requieren de algún tipo de coordinación autónoma. Para alcanzar este objetivo, se necesitará un mecanismo a través del cual se equipen los dispositivos (o productos), cuyo objetivo sea en un consenso contractual. Este contrato va a estipular las responsabilidades de cómo se debe realizar una transacción de información, y limitará el logro del mismo. Este contrato es un acuerdo de acciones que pueden suceder, como la liberación de pagos, el cambio de condiciones o hasta el intercambio de información entre entidades.