Todos los que trabajamos en el sector del Data Center vemos cómo, casi a diario, se publican artículos, noticias y otras piezas en las que se repite el mismo mensaje: los Data Centers, además de consumir energía, también consumen mucha agua.

En muchas ocasiones se utiliza este mensaje para demonizar los Data Centers, culpabilizándolos sin piedad de la desertización de determinadas zonas. Sin embargo, ¿qué tan cierta es esta afirmación?

El consumo de agua viene determinado por la necesidad de evacuar el calor generado por los servidores en un Data Center, pero… ¿todos los Data Centers consumen tanta agua? Veamos qué tecnologías existen y si realmente esta afirmación es cierta.

La climatización de los Data Centers puede realizarse, en función del tamaño de sala, la densidad de carga o ubicación geográfica de la instalación, mediante múltiples tecnologías o soluciones. Desde el punto de vista del consumo de agua, se pueden dividir en 3 grupos.

  1. Las que no utilizan agua en absoluto. Son las soluciones de expansión directa, en las que el calor se transporta mediante un gas refrigerante. Esta tecnología se utiliza, fundamentalmente, en los Data Centers de tamaño pequeño.
  2. Las que utilizan agua en circuito cerrado. En estos casos, se usa el agua para transportar el calor evacuado, pero se hace en un circuito cerrado, por tanto, el consumo de agua es únicamente el necesario para rellenar la instalación en el momento en que el Data Center se pone en marcha. Si el funcionamiento es correcto y no se produce ninguna fuga, no existirá consumo de agua durante la operación diaria.
  3. Las que utilizan agua en circuito abierto. En este grupo se encuentran las soluciones compuestas por torres de refrigeración, cada vez más en desuso, y también aquellos sistemas adiabáticos que, a cambio de un mayor consumo de agua, reducen sustancialmente el consumo de energía. Son soluciones que pueden ser adecuadas en localizaciones donde el agua abunda.

En la actualidad, el diseño de la inmensa mayoría de los nuevos Data Centers de cierto tamaño tiene implementada una solución del segundo grupo. Se dispone de un circuito cerrado de agua que no implica ningún consumo.

Por otro lado, muchos de los proyectos de Data Centers que se están desarrollando en la actualidad requieren soluciones adaptadas a las elevadas densidades de potencia que implican las aplicaciones de inteligencia artificial. Las tecnologías de climatización en entornos de altas densidades son, fundamentalmente, rear doors, refrigeración directa al chip e inmersión, y todas ellas funcionan con circuito cerrado de agua.

Es cierto que, durante los primeros años de la década de 2010, se popularizaron las soluciones de tipo adiabático que suponían un gran ahorro de energía a costa de consumir grandes cantidades de agua. Sin embargo, estos grandes Data Centers se ubicaron en Estados Unidos, los FLAP y otras localizaciones pujantes en aquella época. En España entonces predominaban los Data Centers de pequeño tamaño y no hubo una gran implantación de soluciones adiabáticas.

Todo esto implica que, en la actualidad, y especialmente en España donde el boom de los Data Centers ha llegado con cierto retraso, el consumo de agua en los nuevos diseños es mínimo. A modo de ejemplo ilustrativo, se puede resaltar que en ninguno de los proyectos en los que PQC está participando actualmente se consume agua en circuito abierto.

Si se realiza un análisis serio de los nuevos proyectos, se puede concluir que el alto consumo de agua del conjunto de los Data Centers se corresponde más con tendencias del pasado o, en el caso de España, con un mito y no con la pura realidad. Por tanto, ¿los Data Centers consumen mucha agua y son por ello responsables de la desertización de ciertas zonas? Va a ser que no.