En medio del caos global, el término “transformación digital” dominó 2020 y la primera mitad de 2021, y no parece que eso vaya a cambiar a corto plazo. En respuesta a las circunstancias imprevistas y las demandas cambiantes de los clientes derivadas de la pandemia de la Covid-19, las empresas han priorizado la inversión en su infraestructura digital y la popularidad de tecnologías como la computación en la nube ha aumentado drásticamente.

Si se aborda correctamente, el viaje de la transformación digital puede aumentar la eficiencia, reducir los costos y, en última instancia, ser la ventaja competitiva que las empresas necesitan ahora más que nunca.

Pero, para la mayoría de las empresas, el viaje de transformación digital es largo y complicado. A menudo, los CIO subestiman la complejidad de los entornos dinámicos como la nube, lo que provoca fallas e interrupciones del sistema.

Hay un camino hacia el éxito; pero, ¿Cómo encuentran las empresas el camino o, al menos, la hoja de ruta?

La transformación digital impulsa el éxito empresarial

Para comprender el camino hacia una transformación digital exitosa, primero es necesario examinar de cerca las tendencias actuales. Si bien la transformación digital ha sido un tema particularmente candente durante los últimos 12 meses, el término ha estado circulando durante al menos la última década. Sin embargo, la fase actual es más rápida de lo que el mundo ha visto antes.

En segundo lugar, esta fase actual no está necesariamente definida por la migración de procesos que estaban completamente fuera de línea a en línea. Más bien, implica principalmente la migración de la arquitectura monolítica que existe en los centros de datos a entornos elásticos o dinámicos. El resultado final, entonces, son múltiples piezas más pequeñas de datos e infraestructura que se mueven en línea simultáneamente y se utilizan para admitir múltiples procesos comerciales en una arquitectura de microservicios.

Sin embargo, más allá de las tendencias individuales, la característica definitoria de esta ola actual es posiblemente que ahora hemos llegado a un punto crítico, en el que el éxito de TI y el éxito general del negocio están directamente relacionados.

Persisten los obstáculos

Hoy en día, los beneficios de la transformación digital son innegables; de hecho, los que no participen se encontrarán rápidamente en una desventaja competitiva y corren el riesgo de ser expulsados ​​de su mercado. Pero el proceso es complejo y requiere una estrategia integral y prospectiva para tener éxito. Y un problema clave, que abarca los mercados desde los servicios financieros hasta los videojuegos, es que los CIO y otros líderes empresariales subestiman la complejidad de estos nuevos entornos.

Consideremos como ejemplo una empresa que está en proceso de trasladar elementos de su funcionalidad a la nube pública. Es probable que tenga una propiedad de TI híbrida que esté en parte en la nube y en parte en las instalaciones, dos entornos que tienen diferencias significativas que deben tenerse en cuenta. Muchas empresas intentan tratar los entornos de la misma manera o, posiblemente peor, los tratan como dos operaciones distintas, sin una estrategia general. Ambos enfoques pueden provocar ineficiencias o incluso fallas en el sistema.

Luego está el problema del costo. Cuando se usa correctamente, la nube tiene el potencial de reducir drásticamente los costos para las empresas, pero la cantidad de dinero que actualmente se desperdicia en el gasto en la nube es asombrosa. De hecho, se desperdicia el 35 por ciento del gasto en la nube pública, según RightScale.

¿Por qué es este el caso? La mayoría de las veces, el problema se origina en la transición a la nube. La mayoría de las empresas adoptan un método de "elevar y cambiar", mediante el cual mantienen su enfoque tradicional para dimensionar la infraestructura requerida, sin tener en cuenta las características únicas de la nube.

Este enfoque estático para el dimensionamiento y la compra de la nube, donde la capacidad de la infraestructura se define una vez y rara vez se vuelve a revisar, no aprovecha el mayor activo de la nube y la fuente principal de sus capacidades de ahorro de costos: la flexibilidad.

¿Cuál es la solución?

Para remediar este problema, abogamos por un proceso de tres etapas.

La primera etapa es el dimensionamiento correcto, que involucra la captura de recursos de datos altamente granulares. Para adoptar un enfoque holístico de la nube y aprovechar su potencial, las empresas deben comprender el tamaño de las instancias necesarias para cada carga de trabajo de la aplicación. Las herramientas de gestión de la capacidad pueden evaluar automáticamente la infraestructura y las aplicaciones existentes para determinar cuánta capacidad se requiere realmente (a diferencia de lo que se ha aprovisionado históricamente). Esta evaluación se puede utilizar para determinar qué recursos de la nube están mejor alineados con este requisito, para optimizar los costos de la nube. Fundamentalmente, en un entorno híbrido, esto también puede identificar áreas donde las cargas de trabajo deben trasladarse de la nube a las instalaciones, donde la capacidad está disponible.

Lo siguiente es comprar bien. Los proveedores de nube pública ofrecen una gran variedad de opciones de compra, desde precios al contado bajo demanda hasta compromisos de varios años. Para determinar el perfil de gasto óptimo, el peaje debe evaluar continuamente el uso existente y planificado frente a los precios variables proporcionados por los proveedores. Nuevamente, todo esto se puede automatizar con las herramientas adecuadas.

La etapa final es la optimización. Es vital que las empresas planifiquen el crecimiento y pronostiquen los costos futuros con análisis predictivos avanzados y modelos de escenarios con visión de futuro. Las empresas deben utilizar una única herramienta en los diferentes entornos para mantener una supervisión completa de su patrimonio, pero deben asegurarse de que esta herramienta pueda mantener informes consistentes independientemente del entorno.

Con la pandemia global que genera preguntas para los equipos de TI en torno a la agilidad, la accesibilidad y la flexibilidad, hay un enfoque renovado en las demandas operativas, cambiando la forma en que las empresas aprovechan la tecnología en la nube en el futuro para seguir siendo competitivas y escalables. Con tecnologías como la arquitectura sin servidor, las plataformas de inteligencia artificial, la informática de punta, DevSecOps y el código abierto, la computación en la nube está entrando en una cuarta revolución industrial que difumina los límites entre los mundos físico, digital y biológico.

Además de centrarse en hacer que la tecnología sea más rápida y flexible, las empresas no deben olvidar que la verdadera razón de la inversión en la adopción de la nube es impulsar el crecimiento empresarial y vencer a la competencia. Y esto no depende de implementar la última tecnología por sí misma, sino de aprovechar estratégicamente las últimas capacidades tecnológicas para lograr resultados comerciales.


Por Guy Warren, director ejecutivo de ITRS Group

Peter Duffy, director de gestión de productos de ITRS Group también contribuyó a este artículo