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Ya no puede seguir habiendo duda de que la transformación digital es una de las preocupaciones más importantes de las empresas modernas. Se estima que las iniciativas dentro de este espacio alcanzarán una inversión de 2,2 billones de dólares a nivel mundial este año. Mientras tanto, la mayoría de los líderes empresariales se dan cuenta también de la importancia de un cambio tan drástico, con un 66 por ciento que desea transformar sus negocios.

El viaje hacia la transformación digital puede, con toda razón, ser bastante desalentador, ya que presenta muchos desafíos, entre los que se encuentran los costosos y los que requieren mucho tiempo, desde la decisión sobre una pila de tecnología general hasta la estructura de su enfoque de nube.

Debido a esta enorme presión para implementar el cambio, algunos problemas importantes pueden pasarse por alto. De hecho, el 52 por ciento de los ejecutivos senior citan la "falta" de familiaridad con la tecnología como una barrera para un proyecto de transformación digital. Dado que la mayoría de las empresas utilizan la nube de alguna manera, las decisiones con respecto a su aplicación estratégica no pueden tomarse a la ligera. Esto es cierto desde el punto de vista operativo de la supervisión y la resolución de problemas. Si algo sale mal, o no funciona como se espera, mantener una visibilidad completa en un entorno de nube puede ser un verdadero desafío, que no siempre se tiene como una prioridad.

El reto de la transformación digital.

La gran mayoría de las empresas de hoy son negocios digitales o intentan transformarse. Sin embargo, la transformación digital no es un destino, es un viaje en el que las empresas intentan una serie de iniciativas, desde proporcionar una experiencia al cliente casi perfecta, hasta modernizar una fuerza de trabajo gracias a la tecnología más nueva de software como servicio (SaaS). El ímpetu subyacente para tales actividades es, por supuesto, reducir los costos y aumentar los ingresos.

Sin embargo, sigue siendo un desafío crítico.

Si bien es esencial elegir el proveedor de nube correcto o la mejor plataforma de SaaS para la eficiencia de la fuerza laboral, según el criterio anterior, una empresa también debe asegurarse de que estos servicios cumplan con lo que prometen, sus acuerdos de nivel de servicio (SLA) y lo más importante de todo, creando una experiencia de cliente superior.

Uno de los mayores desafíos para que esta experiencia sea primordial es que la transformación digital significa que las empresas dependen cada vez más de un número mucho más amplio de proveedores que nunca. Tradicionalmente, las empresas han sido equipadas con equipos de TI calificados que pueden manejar problemas dentro de las redes y dominios que tienen el control. Sin embargo, la nube ha interrumpido esto significativamente, hasta el punto de que las compañías están ahora operando en un mundo de "múltiples nubes" donde su confianza se extiende a través de terceros. Esto puede abarcar desde proveedores de nube pública hasta una red de entrega de contenido (CDN), y las empresas ceden el control a estos proveedores.

Esto crea una huella digital con una gran cantidad de problemas de seguridad y vulnerabilidades que las empresas simplemente pueden desconocer, sin que sea su culpa, mientras que los equipos de TI pueden encontrarse en una situación en la que les resulta extremadamente difícil predecir, entender y tratar.

Por ejemplo, al usar SaaS, las empresas no son propietarias de la infraestructura de TI ni del software en sí, por lo que si algo sale mal, ¿Cómo pueden esperar solucionarlo? El verdadero impacto de una brecha de visibilidad y un problema asociado es que el equipo de TI de una empresa se encuentra bajo una gran presión para aislar la falla, a pesar de no tener control sobre los activos de TI. Además, ¿Qué proveedor necesita escalar el problema?, ¿Un equipo de TI tiene datos suficientes para que un proveedor externo actúe sobre el problema, especialmente si no están convencidos de que sea su problema?

Asumiendo el riesgo con antelación

Dada esta situación, y en un mundo donde se estima que los equipos de TI pueden dedicar la mayor parte de su tiempo a descubrir exactamente dónde se encuentra un problema (incluso antes de intentar solucionarlo), los recursos para tratar los problemas comienzan a verse muy escasos en el terreno. Agregue a esta mezcla una compañía que busca implementar un proyecto de transformación digital, las herramientas de monitoreo de red diarias se vuelven cada vez más críticas.

Estas herramientas brindan un punto de vista verdaderamente global, asegurando que no existan brechas de visibilidad en la infraestructura de TI de la empresa. Estas herramientas de monitoreo activo permiten a las empresas identificar y resolver problemas de manera mucho más rápida, independientemente de la complejidad de su red de TI.

Si bien es cierto que algunos proveedores de la nube pública pueden proporcionar acceso a ciertas partes de su infraestructura, otros no lo hacen. Por lo tanto, las empresas deben asegurarse de contar con tecnologías de monitoreo de red que brinden una visibilidad completa para abordar los problemas de manera efectiva en el tiempo.

El monitoreo de la red no se debe ignorar

El tiempo de inactividad no es una opción en el mundo interconectado de hoy. Por ejemplo, Amazon perdió un estimado de más de 70 millones de dólares debido a problemas de TI durante el evento minorista Prime Day del año pasado.

Dicha pérdida de control y visibilidad de la red es muy perjudicial para una empresa. No solo afecta al equipo de TI, sino que puede tener un impacto profundamente negativo en todo, desde la reputación de la marca hasta la productividad de los empleados y los ingresos.

Por supuesto ninguna empresa, independientemente de su tamaño o su etapa de transformación digital, puede permitirse el lujo de perder su capacidad para hacer frente a los problemas relacionados con ella.


Archana Kesavan, Gerente senior de marketing de productos para ThousandEyes