Por Michael Cantor, CIO de Park Place Technologies


El cambio de paradigma hacia la computación en la nube ha revolucionado el panorama empresarial, que ha experimentado un aumento sin precedentes en la adopción en todas las industrias. Esto ha impulsado a las organizaciones, tanto nativas digitales como marcas tradicionales, a migrar sus cargas de trabajo a la nube pública, aprovechando sus capacidades transformadoras, como costos más bajos, mayor flexibilidad y escalabilidad perfecta. La pandemia mundial aceleró aún más este movimiento, y la nube surgió como un salvavidas para el trabajo remoto, la colaboración digital y la continuidad empresarial.

Sin embargo, si bien la nube ofrece una multitud de beneficios, puede que no sea la solución óptima para todos los desafíos y conlleva su propio conjunto de problemas que exigen resolución. Las empresas están cada vez más preocupadas por los crecientes costos de mantenimiento y gestión de la infraestructura en la nube, superando incluso la seguridad como su principal preocupación. La falta de una gestión adecuada de los costos dentro del grupo de infraestructura ha provocado un aumento vertiginoso de los gastos, lo que ha llevado a las organizaciones a explorar vías para reducir los costos.

En respuesta a estos desafíos, muchas empresas están considerando repatriar sus datos para recuperar el control de los costos a largo plazo y minimizar los gastos. Sin embargo, si bien la repatriación puede ayudar a las empresas a ahorrar dinero, puede ser un proceso complejo que requiere una inversión significativa en infraestructura y experiencia.

¿Deberías repatriar tus datos?

La repatriación de datos ofrece varios beneficios. Una ventaja comúnmente citada es la capacidad de ejercer un mejor control sobre los datos, mitigando el riesgo de violaciones y garantizando el cumplimiento.

Sin embargo, cada caso debe evaluarse individualmente, ya que la causa raíz puede residir en la disparidad entre la gestión de la seguridad en la nube y en las instalaciones, lo que requiere un enfoque diferente para abordar el problema de manera efectiva.

La optimización de costos es otro factor convincente que impulsa la repatriación de datos. Las organizaciones han descubierto que los proveedores de la nube a menudo imponen cargos adicionales por la salida de datos, que pueden acumularse rápidamente a medida que las empresas exploran aplicaciones de datos avanzadas como inteligencia empresarial o capacitación en inteligencia artificial. Este cargo puede hacer que un proyecto de nube sea financieramente inviable y afectar significativamente los resultados de una empresa.

La seguridad y el cumplimiento de los datos también desempeñan un papel crucial en el proceso de toma de decisiones. Las empresas que operan en industrias reguladas, como la atención médica, las finanzas y las telecomunicaciones, a menudo manejan datos confidenciales que deben almacenarse y administrarse de forma segura y de conformidad con las regulaciones. Si bien los proveedores de la nube ofrecen sólidas capacidades de seguridad y cumplimiento, algunas organizaciones se sienten más cómodas administrando sus datos internamente, donde tienen un mayor control.

A pesar de la escalabilidad teóricamente ilimitada de la nube, el rendimiento puede verse comprometido debido a la conectividad a Internet y la sobrecarga de virtualización. Ciertos casos de uso, grandes volúmenes de datos, cargas de trabajo o requisitos de simultaneidad requieren un rendimiento más rápido. Las cargas de trabajo de análisis en tiempo real, en particular aquellas que involucran inteligencia artificial basada en aprendizaje automático, son sensibles a la latencia. Al acortar la ruta de comunicación, volver a llevar la analítica internamente puede ser una solución pragmática para abordar esta preocupación, a menos que los datos hayan nacido originalmente en la nube.

Superando todos los desafíos

Teniendo en cuenta todos los beneficios y desafíos, la repatriación de datos puede no ser una opción viable para las pequeñas y medianas empresas debido a sus complejidades. El proceso requiere una evaluación exhaustiva de las necesidades de datos, una migración fluida y garantizar la seguridad y la gestión adecuadas una vez de vuelta en las instalaciones, incluidas las copias de seguridad y la recuperación ante desastres.

Además, la repatriación plantea un riesgo potencial para la agilidad empresarial. La infraestructura de la nube permite un rápido aprovisionamiento de recursos y ajustes de capacidad, proporcionando a las empresas una gran flexibilidad. Recuperar los datos en las instalaciones puede resultar en la pérdida de esta agilidad, lo que afecta la capacidad de responder rápidamente a los requisitos comerciales en evolución.

La repatriación de datos es un proceso complejo que requiere una planificación y ejecución cuidadosas. Sin embargo, puede ser una opción viable para las empresas que cuentan con los recursos que buscan reducir los costos de la nube, mejorar su postura de seguridad o recuperar el control sobre sus datos.

La decisión de repatriar o no datos debe tomarse caso por caso, teniendo en cuenta las necesidades y requisitos específicos de cada negocio. Un enfoque reflexivo y estratégico brindará a las empresas el equilibrio adecuado entre control, seguridad y flexibilidad, y garantizará que sus datos se administren y protejan de la manera más efectiva posible.