En la larga y fascinante narrativa de la humanidad, las bibliotecas han sido veneradas como los santuarios del conocimiento y del saber. Desde los incipientes pergaminos, las civilizaciones han manifestado la necesidad de guardar y proteger las principales ideas, relatos y descubrimientos de la humanidad. Estos espacios son una valiosa ventana al pasado, al presente y al futuro y su continuidad ha sido imprescindible para garantizar la cultura.

Sin embargo, la historia de estos templos del saber no ha estado exenta de tragedia, como así lo atestiguan las numerosas bibliotecas que han sido reducidas a cenizas, polvo y escombros. Numerosas catástrofes naturales, guerras e invasiones y el fuego, intencionado o accidental, han sido la causa de una incalculable pérdida de información.

Entre todas estas tragedias, la Biblioteca de Alejandría destaca como un símbolo perdurable del conocimiento humano y paradójicamente, de su fragilidad. Fundada en el siglo III a.C durante el reinado de Ptolomeo II, esta biblioteca se convirtió en el epicentro del saber de la antigüedad, albergando cientos de miles de rollos y manuscritos. Tal era su relevancia que eruditos de todo el mundo viajaban a Alejandría para estudiar en la biblioteca y colaborar con otros académicos, haciendo uso de este espacio no solo como un repositorio de libros, sino también como un centro de investigación y aprendizaje.

Su destrucción sigue siendo un gran enigma. Muchas son las teorías que tienen un fuerte componente de leyenda o se basan en fuentes fragmentadas e interpretaciones. En cualquier caso, lo que sí se sabe es que la pérdida de datos es siempre una tragedia. Esto también aplica en otras infraestructuras que, pese a no contar con antiguos manuscritos, también ocupan un papel central en la sociedad contemporánea, como los Data Centers o CPDs (Centros de Procesamiento de Datos).

En la era moderna, los Data Centers representan un eje vital de la sociedad digital, donde la información fluye y se procesa a una escala sin precedentes. Al igual que las antiguas bibliotecas, estos centros de datos se han convertido en guardianes del conocimiento contemporáneo, almacenando datos críticos que son esenciales para el funcionamiento de nuestra sociedad digitalizada.

La analogía entre los Data Centers y las bibliotecas históricas no es solo conceptual; también comparten desafíos y vulnerabilidades. Al recordar la trágica pérdida de la Biblioteca de Alejandría y otras bibliotecas a lo largo de la historia, nos enfrentamos al peligro de que los Data Centers puedan ser objeto de amenazas similares en forma de ataques cibernéticos, fallas de seguridad o desastres físicos.

Para preservar la integridad y la relevancia de los Data Centers, es esencial implementar sistemas de seguridad física y ciberseguridad eficaces. Aquí es donde las soluciones desarrolladas por DORLET juegan un papel fundamental.

Bibliotecas digitales del siglo XXI

En contraste con las antiguas bibliotecas, los Data Centers actuales disponen de herramientas y tecnologías avanzadas que permiten gestionar, proteger y distribuir enormes cantidades de información de manera eficiente y segura. Esta evolución tecnológica ha sido impulsada por la creciente importancia de la información en la sociedad contemporánea y la necesidad de preservarla de manera efectiva.

A diferencia de las antiguas bibliotecas, que dependían exclusivamente de soportes físicos como pergaminos y papiros, los Data Centers actuales utilizan tecnologías de almacenamiento en la nube que permiten almacenar y acceder a datos de manera remota y descentralizada.

También emplean sistemas de seguridad física y cibernética altamente sofisticados para proteger la integridad y confidencialidad de los datos almacenados. Estos incluyen sistemas de control de acceso biométricos, cifrado de datos, detección de intrusiones, monitoreo continuo de amenazas y firewalls avanzados. A diferencia de las antiguas bibliotecas, que estaban expuestas a riesgos como incendios y saqueos, los Data Centers modernos están diseñados con redundancia y tolerancia a fallos incorporadas. Esto significa que los datos se almacenan en múltiples ubicaciones y los sistemas están diseñados para continuar funcionando incluso en caso de fallos en equipos o infraestructura.

Soluciones de seguridad específicas para los Data Centers

DORLET® es consciente de la vital importancia de proteger los datos, y, por ende, las infraestructuras que los alojan. Con este fin, DORLET® ha puesto en marcha diferentes iniciativas que garantizan que se haga un uso debido de estas instalaciones.

Entre las medidas específicas que contempla la solución encontramos el control de los armarios rack, que no solo registra, deniega o permite el acceso, sino que además lo monitoriza en tiempo real. La función escolta, por su parte, requiere de la presencia de dos personas autorizadas para acceder a áreas sensibles. De forma paralela, algunos lectores, situados en los espacios más críticos, pueden solicitar una identificación de doble factor. Esto implica que solo aquellos que se identifiquen con tarjeta, smartphone y/o biometría (huella, facial, iris, etc.) podrán acceder a estas áreas.

Para mayor seguridad, se puede desplegar un control de estancias. De esta manera, si se excede el tiempo permitido, se emite una alarma para alertar del suceso y evitar así actos malintencionados. En caso de que se produzca un acceso forzado bajo amenaza, se permitirá el acceso con tarjeta o código, pero se mandará un aviso al puesto de control para que se actúe en consecuencia.

De forma adicional a las medidas que se han comentado anteriormente, DASSnet® realiza funciones de esclusa para evitar que se puedan abrir varias puertas de manera simultánea. Además, DASSnet® permite controlar la temperatura, la humedad y otras alarmas técnicas de la estancia para que, en caso de sobrepasarse los estándares, se pueda mandar un aviso al cuadro de control.

Con el objetivo de gestionar de forma efectiva todas las señales, los elementos de una o varias instalaciones pueden ser gestionadas de manera remota en un centro de operaciones de seguridad. Esto favorece una detección más rápida de las amenazas, así como la coordinación de una respuesta eficaz ante una situación de alarma, permitiendo proteger lo que realmente importa: los datos, los activos, y, sobre todo, las personas.

Los Data Centers requieren soluciones certificadas según la normativa

Debido a lo delicado de su actividad, los Data Centers son considerados parte de las infraestructuras críticas. Por ese motivo, es de vital importancia que estos espacios cuenten con un sistema de seguridad que cumpla con la normativa en esta materia. DORLET®, por su parte, cuenta con la certificación de Grado 4 en Accesos (EN-60839) y Grado 3 en Intrusión (EN-50131) y cumple con los requisitos del Esquema Nacional de Seguridad (ENS).

En lo que refiere a la parte de ciberseguridad, destaca la certificación CSPN emitida por la Agencia nacional francesa de la seguridad de los sistemas de la información (ANSSI – Agence Nationale de la Sécurite des systèmes d’information). Este reconocimiento valida y respalda la robustez, confiabilidad y resistencia de la solución SHēld en materia de ciberseguridad.

Hasta la fecha, DORLET® ha participado de forma activa protegiendo Data centers de gran importancia a nivel nacional e internacional. Entre sus referencias más importantes, se encuentran el SuperComputador de Barcelona, el Data Center de Caixabank (Barcelona), el Data Center de Nabiax (Madrid) y los Data Centers de Merlin-Edge de Álava, Barcelona y Madrid, por nombrar algunas.

¿Son los Data Centers las nuevas bibliotecas del Siglo XXI?

A la pregunta que planteábamos en el comienzo del artículo, podríamos decir que los Data Centers son, en muchos aspectos, las nuevas bibliotecas del siglo XXI. Al igual que sus predecesoras históricas, estos centros de datos albergan una vasta riqueza de conocimiento y datos que son fundamentales para el funcionamiento de nuestra sociedad. Por ese motivo, al igual que las bibliotecas del pasado, los Data Centers también enfrentan amenazas significativas que podrían poner en peligro su misión y su integridad. Implementar sistemas de seguridad física efectivos se torna fundamental para preservar estos espacios y ha de tomarse como una prioridad. Con herramientas y tecnologías adecuadas, podemos evitar que la historia se repita y asegurar que los Data Centers sigan siendo “las bibliotecas digitales del siglo XXI”.