A medida que las empresas industriales se embarcan en sus viajes de transformación digital, indudablemente encontrarán la necesidad del Edge Computing. Al hacerlo, es útil tener en cuenta el objetivo final: lograr la convergencia completa de la tecnología de la información (TI), la tecnología operativa (OT) y la computación periférica autónoma en la era de la Industria 4.0.

La computación de borde autónoma es similar a los vehículos autónomos: es cuando TI y TO están completamente convergentes, lo que permite sistemas autogestionados, autorreparables y autoorganizados. Como industria, estamos a años de alcanzar este nivel de logros, pero es la dirección por la que la industria está y debería luchar.

En Stratus Technologies, donde me desempeño como director de tecnología, desarrollamos un modelo de madurez informática de borde que captura las "5" de la transformación de borde: aislado, informado, perspicaz, inteligente e invisible. El cuadro a continuación describe cada etapa del modelo de madurez. A medida que las capacidades de Edge se modernizan, las empresas se transforman digitalmente hacia "Invisible".

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Modelo de madurez del Edge Computing

Edge 1.0 y 2.0

Junto con el modelo de madurez de las 5 I, también hablamos sobre el avance y la adopción de tecnología relacionada con el Edge Computing. Hoy en día, la mayoría de las organizaciones se encuentran en la etapa Edge 1.0, donde se necesitan capacidades fundamentales para operaciones comerciales exitosas. Sin embargo, la etapa final, Edge 4.0, es donde prevalece la verdadera autonomía.

Edge 1.0 se trata de cómo proteger, administrar y conectar máquinas y dispositivos para habilitar una ventaja digital, todas las capacidades fundamentales para que cualquier empresa opere con éxito en un mundo digital. Esta es la etapa predominante donde la mayoría de las empresas están operando en su viaje de transformación digital.

La siguiente etapa, 2.0, ve la adopción de tecnologías abiertas definidas por software en el borde. La tecnología definida por software es donde se abstraen varias funciones del hardware informático subyacente, lo que permite que se realicen en software. Es el mismo concepto detrás de la virtualización de servidores, que ha estado con nosotros durante muchos años. Más recientemente, se ha aplicado a áreas que incluyen informática, almacenamiento, redes y seguridad.

Las redes definidas por software (SDN), por ejemplo, permiten a las empresas administrar más fácilmente sus redes porque pueden realizar cambios en los atributos, incluidas las tablas de enrutamiento, las configuraciones y las políticas desde una plataforma de control centralizada, en lugar de tener que realizar cambios en los conmutadores individuales.

De manera similar, la tecnología definida por software permite la entrega de servicios de seguridad basados ​​en la nube, lo que evita la necesidad de que las empresas posean y operen sus propios firewalls, sistemas de detección / prevención de intrusiones y similares.

Edge 3.0 y 4.0

En la etapa 3.0, las cosas realmente comienzan a ponerse interesantes. Aquí es donde vemos que tiene lugar una verdadera convergencia de TI / OT con capacidad de recuperación y capacidades en tiempo real.

Hoy en día, tenemos numerosos focos de entornos industriales que TI no toca.

Una fábrica, por ejemplo, contará con sistemas de control de maquinaria que garanticen un comportamiento determinista y centrado en la seguridad. Estos sistemas de control nacen del mundo de la tecnología operativa, no de la industria de la tecnología de la información.

Eso está comenzando a cambiar, a medida que vemos que las tecnologías utilizadas en los centros de datos migran al Edge industrial. Alrededor de 2025, espero que veamos conceptos como la virtualización aplicados a entornos industriales, entregando capacidades a nivel de máquina en tiempo real en áreas como seguridad, sistemas de control y otras funciones operativas tradicionales. Los entornos industriales aprovecharán las capacidades de los centros de datos empresariales y en la nube, como la resiliencia y la tolerancia a fallas, que durante mucho tiempo han sido características del mundo de las TI. De hecho, está convergiendo el mundo industrial físico hacia un modelo abierto definido por software, como ha sido la tendencia en el mundo de las TI durante años.

Lograr las capacidades 3.0 es una transición esencial para alcanzar Edge 4.0, donde la infraestructura y las operaciones de TI y OT convergen con la inteligencia artificial (IA). Este es el estado en el que vemos un entorno industrial autogestionado, autocurativo y autónomo. Cuando una máquina comienza a desarrollar un problema, los sistemas de inteligencia artificial lo diagnostican y emiten una solución, no se requieren humanos.

Pasarán otros 10 años más o menos antes de que veamos cómo esta visión se afianza, pero el viaje de transformación digital en el Edge ya ha comenzado. Tenga en cuenta que no hay que saltar de, digamos, Edge 1.0 a 3.0. Debe incorporar capacidades que definan cada etapa antes de poder llegar a la siguiente. Pero el resultado final será transformador, aportando modernización, flexibilidad, eficiencia y resistencia al mundo industrial.