Elegir la base de datos correcta es una decisión fundamental, ya que puede darse una cadena de consecuencias en toda la organización en todos los niveles del entramado tecnológico durante años e incluso décadas. Como aspecto negativo, la elección de una base de datos puede resultar difícil y compleja, y las consecuencias no se ven plenamente hasta que se amplía la base de datos o se sobrepasa el modelo de datos inicial.

Lo irónico es que cuanto más limitada es la gama de opciones más complejo resulta elegir una base de datos. A grandes rasgos, el sector de las bases de datos se divide en dos frentes. Un frente defiende el modelo monolítico de bases de datos relacionales, mientras que el otro impulsa a los clientes a utilizar distintas bases de datos diseñadas en función de su finalidad para cada aplicación. Piense en el primer frente como un carrito de hot dogs: ofrece una cosa, que son hot dogs. El segundo frente es como un área de alimentación, en la que se selecciona de una gama de opciones que pueden ir juntas o no.