El borde de la red siempre está evolucionando para apoyar las nuevas necesidades y los cambiantes objetivos empresariales. Sin embargo, la evolución es actualmente más fundamental conforme las organizaciones trasladan las cargas de trabajo de TI más cerca de los usuarios y los dispositivos, y más lejos de los centros de datos core.

Para algunos esto significa agregar tecnologías nuevas a puntos distribuidos existentes. Para otros, equivale a ubicar la computación y el almacenamiento en lugares que nunca antes habían estado. Para casi todos, equivale a solucionar el desafío de administrar de forma eficiente una red de sitios distribuidos cada vez más críticos.