Los centros de datos son el corazón invisible de nuestra vida digital, sosteniendo todo lo que hacemos en línea. Cada vez que realizas una transacción bancaria, compartes una foto en redes sociales, ves tu serie favorita en streaming o trabajas en la nube, los centros de datos están ahí, asegurando que todo funcione de manera rápida y segura.

Son la base que soporta el vasto flujo de información que hace posible nuestras interacciones diarias, desde los correos electrónicos hasta las videollamadas. Sin ellos, nuestra existencia digital simplemente no sería posible. Los centros de datos no solo almacenan información, sino que la gestionan, protegen y hacen que esté disponible en tiempo real, conectando al mundo de formas que nunca antes habíamos imaginado.