El incremento exponencial de servicios como streaming, gaming, análisis de datos en tiempo real, inteligencia artificial o IOT, hace que actualmente los Data Centers (DCs) consuman más del 1% de energía mundial1 . Esta situación impulsa al mercado de DCs a la búsqueda de soluciones de optimización energética, entre las que destaca el aumento de la temperatura de los sistemas de disipación de calor.

Para garantizar la fiabilidad de un servicio cada vez más exigente, los DCs requieren un uso de agua y energía cada vez más intensivo.